El presidente Gustavo Petro salió al paso a las críticas que recibió tras su controvertida alocución del martes desde la Casa de Nariño, en la que utilizó un tono encendido y metáforas que generaron desconcierto.
El mandatario fue duramente cuestionado por el estilo frenético de su intervención, en la que denunció la persistencia de la violencia en los territorios y acusó a sectores económicos y políticos de beneficiarse de la guerra. Una de las frases que más revuelo causó fue cuando habló de “borrachos que se embriagan en orgías de sangre”, en referencia a quienes según él alimentan el conflicto armado para su propio beneficio.
En medio de la avalancha de críticas, Petro defendió sus palabras y aclaró este jueves que su mensaje estaba dirigido a las élites criminales y económicas que, según su visión, perpetúan la violencia para enriquecerse.
“En Colombia hay quienes se embriagan en orgías de sangre, disfrutando y enriqueciéndose con la muerte ajena, con la guerra eterna que nos imponen. A ellos hablé. Y les seguiré hablando. No nos van a arrodillar”, escribió en sus redes sociales.
Sin embargo, las explicaciones del presidente no lograron apaciguar del todo las críticas, pues sectores de oposición y analistas consideran que su retórica contribuye a tensar aún más el ambiente político del país.




