El presidente de Colombia, Gustavo Petro, emitió un firme mensaje a Iván Mordisco, líder de las disidencias de las FARC, tras el recrudecimiento de la violencia en el departamento del Cauca. Petro acusó a las disidencias de haberse levantado de la mesa de negociación y aseguró que el Ejército continuará su ofensiva hasta recuperar el control de todo el territorio, especialmente la región del Micay, que actualmente está bajo el control de este grupo armado.
En un comunicado, las disidencias de las FARC, lideradas por alias Iván Mordisco, criticaron las acciones del Gobierno Nacional, argumentando que el Estado ha preferido mantener el conflicto armado en lugar de buscar una solución pacífica. El grupo también acusó al gobierno de mentir al país para justificar las operaciones militares en Cauca, y afirmó que las fuerzas estadounidenses, con bases militares en Colombia, están involucradas en un plan de desestabilización contra Venezuela.
El desafío del diálogo y la respuesta militar
Las disidencias destacaron que en varias ocasiones habían propuesto caminos pacíficos para resolver el conflicto, pero afirmaron que el gobierno había insistido en imponer condiciones, como la erradicación de cultivos ilícitos, lo que llevó a la ruptura de las negociaciones. A raíz de esto, las disidencias advirtieron a la población civil que tomarían represalias contra las Fuerzas Armadas si estas intentaban intervenir en sus territorios.
El presidente Petro, por su parte, aprovechó su cuenta de X (anteriormente Twitter) para responder directamente a estas acusaciones. Aseguró que el gobierno de su administración siempre había estado dispuesto al diálogo, pero que las disidencias decidieron abandonar las conversaciones tras la propuesta de desmantelar los cultivos ilícitos y recuperar zonas clave como El Plateado.
“Las mal llamadas disidencias de Iván Mordisco olvidan que estaban sentados en una mesa de negociaciones y decidieron, ante la posición del gobierno de empezar a desmantelar cultivos ilícitos y despejar el Plateado como se había acordado, levantarse unilateralmente de la mesa”, expresó Petro en su mensaje.
La amenaza de la recuperación del Micay
El presidente Petro hizo énfasis en que, como consecuencia de la ruptura del proceso de paz, el Ejército Colombiano intensificó sus esfuerzos para recuperar los territorios que habían sido tomados por las disidencias, en especial la región del Micay. “Hoy perdieron el Plateado y están a punto de perder todo el Micay. Y de allí no nos iremos. En Colombia se acaban los ejércitos privados de los traquetos”, afirmó, dejando claro que la intervención militar continuará hasta que el Estado recupere por completo estas zonas.
En una estrategia paralela, el presidente también anunció la suspensión temporal de operaciones ofensivas por parte de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional contra algunos frentes específicos de las disidencias de las FARC. Esto se realiza con el objetivo de dar un margen para la negociación, pero con la condición de que los frentes guerrilleros que se encuentran en diálogo lleguen a acuerdos concretos sobre zonas de concentración y territorios de paz.
El marco de la paz y la suspensión de operaciones
Petro detalló que los frentes en negociación tienen hasta el 18 de mayo para acordar zonas de concentración y proyectos de desarrollo en las áreas afectadas por el conflicto. Esta medida se extiende a otros grupos armados, como los de la disidencia del ELN en Nariño, quienes también han establecido territorios de paz en sus respectivos diálogos con el gobierno.
La suspensión de operaciones ofensivas se sumó a un decreto presidencial previamente firmado desde la Casa de Nariño, que también incluye una pausa en las intervenciones militares contra otros frentes guerrilleros, como el de Magdalena Medio Comandante Gentil Duarte y el Frente Raúl Reyes del Estado Mayor Central de las FARC.
El Cauca: entre la resistencia y la violencia
El Cauca sigue siendo un epicentro del conflicto armado en Colombia, con varios grupos ilegales luchando por el control del territorio y los recursos. El conflicto en esta región ha cobrado un alto costo en vidas humanas y ha desplazado a miles de personas, lo que complica aún más la situación humanitaria.
El mensaje de Petro subraya la difícil situación que enfrenta el gobierno: la necesidad de recobrar el control de las zonas estratégicas mientras mantiene abierta la puerta a negociaciones, un desafío que requiere un balance delicado entre el uso de la fuerza y la búsqueda de la paz. A medida que el gobierno intensifica sus operaciones, las disidencias continúan resistiendo, y el futuro del Cauca y del proceso de paz sigue siendo incierto.
La situación en el Cauca refleja la complejidad del conflicto colombiano, donde las fuerzas armadas del Estado, los grupos guerrilleros y las comunidades civiles se encuentran atrapadas en una guerra que parece no tener fin. En este contexto, las decisiones del presidente Petro serán cruciales para determinar si la paz es posible o si la violencia continuará marcando la vida en esta región clave del país.




