El presidente Gustavo Petro sancionó una controvertida ley que permite regular la circulación de vehículos eléctricos en Bogotá, una medida que, si bien busca organizar el tránsito y evitar abusos en los beneficios de este tipo de transporte, ha generado críticas desde el Ministerio de Transporte. La cartera advirtió que la normativa podría ir en contravía de los incentivos a la movilidad sostenible, al abrir la puerta a restricciones que afecten directamente a quienes han hecho el cambio hacia tecnologías limpias. A pesar de las advertencias, el Gobierno respaldó el proyecto impulsado por sectores de la administración distrital, que argumentan la necesidad de evitar la congestión y el uso desmedido de privilegios como la exención del pico y placa.
Defensores de la ley sostienen que su objetivo no es frenar la transición energética, sino garantizar que esta se dé de manera equitativa y ordenada. Por ejemplo, se abre la posibilidad de establecer zonas de circulación preferente, franjas horarias y condiciones específicas para vehículos eléctricos de plataformas o flotas empresariales. El presidente Petro afirmó que esta norma permitirá a Bogotá tener herramientas para equilibrar el uso del espacio público sin renunciar a los objetivos ambientales. No obstante, el debate persiste sobre si estas regulaciones podrían desincentivar la compra de vehículos eléctricos en una etapa clave para la transformación del modelo de transporte en el país.




