El presidente Gustavo Petro se refirió públicamente a la muerte de menores en bombardeos ordenados contra disidencias de las antiguas FARC, declarando que “caen como combatientes” y defendiendo la legalidad de las operaciones militares.
Petro afirmó que muchos de esos adolescentes no eran civiles inocentes, sino jóvenes reclutados, entrenados y armados por los grupos armados ilegales. Agregó que su gobierno ha recuperado más de 2.400 menores combatientes, muchos de ellos entregados a instituciones o a sus familias.
En un mensaje desde su cuenta de X, el mandatario admitió no tener certeza sobre la presencia de menores en algunas zonas bombardeadas: “no sabíamos de la presencia de menores” dijo, pero señaló que se puede “presumir su existencia” debido a la estrategia de reclutamiento utilizada por la disidencia de alias Iván Mordisco.
A pesar de las críticas de organismos como la Defensoría del Pueblo, Petro reafirmó que no planea suspender los bombardeos, argumentando que hacerlo sería “invitar” a los grupos armados a reclutar aún más niños.
Reconociendo la gravedad de los hechos, el presidente pidió perdón a las madres de los menores fallecidos: “es doloroso la pérdida de los menores de edad … sé que nunca podré superar el dolor de sus madres”, dijo.
Finalmente, aseguró que las operaciones militares se mantienen dentro del Derecho Internacional Humanitario


