Gustavo Petro afirma que la inclusión de su esposa en la lista Clinton impide su regreso a Colombia

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En un acto conmemorativo por los 94 años de la Casa Militar, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, hizo una defensa pública de su esposa —o mejor dicho, de quien aún lo es legalmente—, Verónica Alcocer, tras las polémicas recientes sobre su vida en el extranjero. Según Petro, Alcocer ha enfrentado “dificultades” para regresar al país, y ha vinculado esa problemática a una causa más profunda: la unidad familiar y social.

El reclamo de Petro: “Si no puedo reunir a mi familia, no podré unir a Colombia”

Durante su intervención, el presidente aseguró que su esposa “no puede llegar” a Colombia debido al nivel de “ignominia” que, en su opinión, pesa sobre su gobierno. Señaló que hará todo lo posible para cambiar esa situación. “Y yo voy a hacer que pueda”, declaró, añadiendo que no se trata solo de una cuestión personal sino también simbólica: “si un padre no puede reunir a la madre con su hija, siendo mi propia familia, pues no voy a poder reunir las familias colombianas tampoco.”

Con esa afirmación, Petro teje un paralelismo: su lucha por que Alcocer regrese al país se convierte en metáfora de su proyecto político, en el que aspira a “unir a Colombia”.

Las causas de la dificultad para volver

De acuerdo con Petro y reportes de medios colombianos, el principal obstáculo para que Alcocer retorne es su inclusión en la llamada “Lista Clinton” del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos (OFAC), que la habría dejado en una situación financiera y legal compleja. Según Petro, a raíz de esas sanciones sus cuentas podrían estar congeladas, y habría incluso impedimentos para que compre tiquetes aéreos.

Defensa y contexto político

Petro, visiblemente afectado, defendió a Alcocer frente a los ataques mediáticos: afirmó que muchas de las acusaciones que giran en torno a su vida en Suecia (“lujo”, reuniones sociales con empresarios, vida ostentosa) “no son ciertas”. Además, insistió en que ella “no gasta ni un peso del erario colombiano” y que tiene plena libertad para manejar su vida.

De paso, Petro denunció lo que considera una campaña de desprestigio: responsabiliza a la “extrema derecha” y a grupos opositores por tratar de “destruir” su familia para debilitarlo políticamente.

Repercusiones y consecuencias

Las palabras del presidente llegan en un momento sensible. Alcocer ha sido objeto de un escrutinio mediático internacional: el diario sueco Expressen publicó un reportaje en el que la describe como parte de la alta esfera social en Estocolmo, con un estilo de vida lujoso, fiestas y contactos con multimillonarios.

Por otro lado, sus complicaciones legales no solo afectan su regreso, sino también aspectos logísticos para Petro: algunos reportes indican que empresas privadas han tomado precauciones por el riesgo legal derivado de la inclusión en la lista estadounidense.

Además, Petro ya había admitido públicamente que está “separado” de Alcocer desde hace años, lo que pone en tensión el papel formal de la primera dama.

Interpretaciones

  1. Política simbólica: Al usar su situación familiar como metáfora para unificar al país, Petro refuerza su narrativa como líder que no solo gobierna, sino que representa una misión moral/personal.
  2. Presión diplomática: Su discurso podría interpretarse también como una forma de generar presión sobre instancias internacionales (como la OFAC) para facilitar el retorno de Alcocer.
  3. Estrategia mediática: Al defender públicamente a Alcocer en un evento oficial, Petro busca contrarrestar las críticas y consolidar su base de apoyo, especialmente aquellas personas sensibles a la idea de familia.

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