- El presidente de Colombia, Gustavo Petro, declaró el 8 de octubre que “indicios muestran que la última lancha bombardeada era colombiana y tenía ciudadanos colombianos en su interior”, en referencia a un ataque marítimo estadounidense en el Caribe frente a Venezuela.
- Petro planteó que estos ataques podrían interpretarse como una agresión no solo contra el narcotráfico, sino contra los países latinoamericanos que no han sido informados.
- Además, pidió que las familias de las personas afectadas se denuncien públicamente para verificar su versión.
Reacción de EE. UU. y otros actores
- La Casa Blanca rechazó la afirmación como “infundada y reprochable” y pidió que el presidente colombiano se retracte públicamente para restaurar un diálogo productivo entre ambos países.
- Washington insiste en que los ataques eran operaciones legítimas contra embarcaciones vinculadas al narcotráfico, y que hasta el momento no se ha confirmado la nacionalidad de las personas abatidas.
- En Colombia, algunos sectores políticos cuestionan la evidencia y piden que el gobierno presente pruebas concretas — no solo declaraciones en redes sociales — que respalden la acusación de Petro.
Puntos de incertidumbre
- Petro no presentó pruebas verificables públicamente que demuestren la nacionalidad colombiana de las víctimas o de la embarcación bombardeada.
- El Pentágono aún no ha confirmado la existencia de ese ataque específico sobre una lancha con colombianos ni ha dado detalles de identificación.
- Si bien Estados Unidos ha reconocido realizar ataques marítimos frente a Venezuela en el marco de operaciones antinarcóticos, la conexión con Colombia no estaba documentada hasta el momento.
63




