El peso colombiano se encuentra bajo presión este jueves, en línea con el fortalecimiento del dólar estadounidense a nivel mundial tras la publicación del Índice de Precios al Productor (IPP) en EE. UU. A esto se suma que las cifras de ventas minoristas y producción industrial de junio publicadas el día de hoy mostraron debilidad, moderándose ambas en comparación con la lectura anterior y situándose por debajo de las expectativas del mercado.
En el ámbito nacional, las tensiones fiscales siguen siendo elevadas, ya que los ingresos inferiores a lo esperado, la ausencia de restricciones vinculantes en las normas fiscales y la proximidad de un año electoral siguen pesando sobre la confianza.
De cara al futuro, los inversionistas estarán atentos a la publicación del PIB del segundo trimestre de 2025 y al índice de actividad económica de junio. Es probable que nuevos indicios de moderación de la actividad sigan favoreciendo la depreciación del peso.”
El peso colombiano está bajo presión debido a una combinación de factores internos y externos. Aunque en ciertos momentos ha mostrado una revaluación frente al dólar, la perspectiva general para la moneda se ve desafiada por varios elementos.
Factores que influyen en el peso colombiano:
- Política monetaria y tasas de interés: El Banco de la República ha mantenido una postura restrictiva con tasas de interés altas para controlar la inflación. Si bien esto puede atraer inversión extranjera y fortalecer la moneda, también frena el crecimiento económico. La política de la Reserva Federal (Fed) en Estados Unidos también es crucial, ya que un aumento en sus tasas de interés puede hacer que los inversionistas prefieran activos en dólares, presionando a la baja a monedas como el peso colombiano.
- Precios de las materias primas: La economía colombiana depende en gran medida de la exportación de materias primas como el petróleo, el gas y el carbón. Las caídas en los precios internacionales de estos productos reducen los ingresos en dólares del país, afectando la balanza comercial y debilitando la moneda.
- Riesgo fiscal y déficit: El alto déficit fiscal y la falta de ingresos no petroleros suficientes han generado preocupaciones. Firmas financieras han advertido que Colombia podría enfrentar una rebaja en su calificación crediticia si no se logra estabilizar la situación fiscal, lo que aumenta la percepción de riesgo y presiona el valor de la moneda.
- Inversión y crecimiento económico: Aunque se espera un crecimiento moderado para la economía colombiana, persisten desafíos en sectores clave como la minería, la construcción y la agricultura. La debilidad en la inversión, especialmente en sectores no petroleros, limita el potencial de expansión y puede generar incertidumbre en los mercados, afectando la confianza de los inversionistas.
- Incertidumbre política: La incertidumbre política, tanto a nivel interno como en la región, puede generar desconfianza en los inversionistas, quienes tienden a buscar refugio en monedas más estables. Esto puede llevar a una salida de capitales y a una depreciación de la moneda local.
En resumen, aunque el peso colombiano ha tenido momentos de apreciación, los factores estructurales como la dependencia de las materias primas, los desafíos fiscales y la percepción de riesgo continúan ejerciendo presión sobre su valor. Las decisiones del gobierno y del Banco de la República, así como el panorama económico global, serán cruciales para determinar su desempeño a futuro.
