Un descubrimiento repugnante por parte de un pescador en un bosque aislado dio lugar a una gran investigación en Rusia, cuyo misterio ha durado una década.
El pescador había ido a pescar y quería conseguir leña para su fuego cuando tropezó con cuatro recipientes de agua que quería llevar a casa.
Cuando miró adentro, se horrorizó al ver pequeños bebés preservados en formaldehído. En total, se descubrieron 278 bebés fetos dentro de los barriles tirados.
El pescador alertó a las autoridades y los funcionarios dijeron que los restos eran «desechos biomédicos» de al menos tres hospitales en la región de los Urales, donde fueron descubiertos.
Según la policía, se conservaron con formaldehído en cuatro barriles de plástico con etiquetas con apellidos y números.
El descubrimiento se realizó en un bosque a unos 70 kilómetros (45 millas) al norte de la ciudad de Ekaterimburgo, el 24 de julio de 2012.
En ese momento, la policía dijo que algunas de las tapas de los barriles se habían desprendido y el contenido estaba esparcido por el suelo del bosque.
Las autoridades sanitarias dijeron que la responsabilidad recae en la organización encargada de la eliminación de los desechos médicos de los hospitales de la ciudad, informó la BBC.
En ese momento, Vladimir Vlasov, subdirector del gobierno regional, habló en la televisión estatal y dijo: «Parece que la empresa responsable de la eliminación de los desechos biomédicos no cumplió con sus funciones».
Los restos fueron colocados en una morgue en la cercana ciudad de Nevyansk para un examen más detallado.
Vlasov describió el caso como «extraordinario», pero dijo que creía que los investigadores establecerían rápidamente quién había sido responsable de la eliminación de los fetos y que los culpables serían castigados.
Las fotografías del sitio mostraban fetos con etiquetas garabateadas con números e inscripciones que los medios rusos dijeron que eran apellidos.
En ese momento, el residente local Sergei Tveritinov dijo a la televisión estatal: “Un amigo llamó por la noche y dijo que había ido a pescar y quería conseguir leña para su fuego.
«Se topó con algunos botes de agua y quería llevárselos a casa, pero cuando se acercó vio pequeños cuerpos de bebés».
Según la agencia de noticias rusa RT, una empresa de eliminación de desechos y una academia médica con sede en la ciudad de Ekaterimburgo pueden haber estado vinculadas al caso de vertido de fetos.
Pero diez años después del impactante incidente sigue siendo un misterio y no se sabe si se presentaron cargos contra los responsables.
