En las últimas semanas, diversos organismos internacionales y centros de estudios han presentado sus perspectivas económicas finales para el año 2023, confirmando que se experimentará un crecimiento económico en Colombia por debajo del promedio de América Latina. Se proyecta que el Producto Interno Bruto (PIB) del país se expandirá en un modesto 1.5%.
Tanto el Banco Mundial como la OCDE respaldan esta cifra, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) muestra un pronóstico ligeramente menos optimista, estimando un crecimiento del 1.4%. Sin embargo, todos estos pronósticos convergen en prever un crecimiento por debajo del promedio de la región de América Latina y el Caribe, que se sitúa entre el 2% según el Banco Mundial y el 2.3% según el FMI.
Te puede interesar: Superfinanciera anunció inversión responsable: avances y retos para Colombia
OCDE identifica factores que moderarán el crecimiento económico en Colombia
La OCDE advierte que el ritmo económico de Colombia se moderará significativamente durante este año. Según la organización, «el endurecimiento fiscal, las altas tasas de interés, la aplicación de requisitos de financiamiento más estrictos y la persistente inflación alta afectarán la inversión y el consumo».
No obstante, la OCDE sostiene que a partir de 2024, la disminución de la inflación, la desaceleración de las políticas fiscales restrictivas y el inicio de una política monetaria más laxa podrían mejorar la demanda interna y proporcionar algo de alivio al país. Sin embargo, antes de ingresar al próximo año, la inflación se presenta como un punto de atención.
El FMI estima que al cierre de este año, Colombia registrará una inflación del 11.4%, lo que la situaría en tercer lugar en cuanto a los indicadores de precios al consumidor más elevados, solo superada por Venezuela (360%) y Argentina (121.7%).
Disminución de la inversión y la construcción
El tanque de pensamiento Fedesarrollo, que también proyecta un crecimiento económico del 1.5% para Colombia, considera que estas señales reflejan una desaceleración económica que se arrastra desde principios de año.
En su análisis, los datos sugieren que «es imperativo enfocarse en una agenda de desarrollo económico que priorice la inversión, especialmente en infraestructura, con el propósito de mejorar la competitividad, estimular la actividad productiva y promover el bienestar social».
En una línea similar, Mauricio Hernández, economista de Bbva Research para Colombia, afirma que el bajo crecimiento económico de este año está relacionado con la disminución del sector de la construcción, tanto en edificaciones como en obras civiles. Específicamente, las obras civiles no han logrado compensar la reducción del gasto del sector privado, como solían hacer en otros momentos de crisis o desaceleración económica en Colombia.
Más para leer: La crisis de Tostao: Citado por la Superintendencia de Sociedades por incumplimiento de pagos
Por su parte, la junta directiva del Banco de la República contextualiza que la inversión privada en Colombia es uno de los indicadores que más ha disminuido. En el ámbito de las actividades económicas, la industria manufacturera y el sector de la construcción son los más afectados.
A pesar de esta situación, los codirectores del Banco de la República señalan que la actividad económica se encuentra en niveles superiores a los que se esperaban para este período si no hubiera existido la pandemia.
¿Dónde se encuentra Colombia en la actualidad?
Examinando algunos de los indicadores macroeconómicos más importantes del país, los datos más recientes del Dane sugieren que las ventas minoristas han caído significativamente, registrando una disminución del 10% solo en agosto.
Mientras tanto, la producción industrial experimentó una disminución del 8.6% en el mismo mes. Las exportaciones e importaciones también han mostrado contracciones del 10.1% y el 27.5%, respectivamente, lo que indica una economía afectada.
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, ha propuesto un «plan de choque» con la intención de «poner en marcha al país». Según él, el Estado asignará recursos al Ministerio de Transporte, a Invías y a la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) para licitar y ejecutar contratos de construcción de carreteras que ya están diseñadas pero aún necesitan adjudicación y cierre financiero.
Paradójicamente, el empleo muestra señales positivas y la tasa de desempleo se mantiene en un solo dígito, situándose en un 9.3%. Sin embargo, algunos expertos critican que esta cifra está fuertemente vinculada a empleos públicos e informalidad, lo que contrasta con la promoción del actual Gobierno de empleos a término indefinido y de calidad.
Sigue leyendo: Emcaled se prepara para una gestión eficiente del alumbrado público en Cali
De igual manera, los analistas de BBVA Research estiman que si las bajas ventas de viviendas continúan en 2024 y el rendimiento general del sector inmobiliario en Colombia, que requiere una gran cantidad de mano de obra, sigue siendo mediocre, la tasa de desempleo podría aumentar del 10% al 10.9% en diciembre de 2024.
Enfoque en el 2024: Crecimiento económico en Colombia
Al mirar hacia el próximo año, se espera que la situación económica mejore, con mayor actividad económica, reducción de precios y tasas de interés más bajas por parte del Banco de la República. Sin embargo, se deberán monitorear factores como las tensiones en Medio Oriente, la evolución del conflicto entre Rusia y Ucrania y el alto nivel de gasto del Gobierno. Este último parece estar desequilibrado, ya que al menos $20 billones en ingresos proyectados en el Presupuesto General de la Nación (PGN) para 2024 son inciertos.
Según el FMI, el PIB colombiano crecerá un 2% el próximo año, mientras que la inflación disminuirá drásticamente al 5.2%, aunque seguirá estando por encima del rango objetivo del Banco de la República. Mientras tanto, la tasa de desempleo podría cerrar en un 10.4%.




