Ante la reciente ola de atentados terroristas en Cali, el personero distrital, Gerardo Mendoza Castrillón, solicitó al alcalde Alejandro Eder evaluar la declaratoria de Toque de Queda como medida para proteger la vida, la honra y los bienes de los ciudadanos. El pronunciamiento se da tras los hechos violentos ocurridos en sectores como la Calle 5 con Carrera 66, barrio El Lido, zona donde se registró uno de los ataques con explosivos más graves.
Mendoza insistió en que las autoridades están llamadas a tomar decisiones urgentes que garanticen la seguridad de la ciudadanía en medio del clima de zozobra que vive la capital del Valle.
El personero también advirtió sobre el impacto emocional y psicológico que estos actos violentos están dejando en la población, especialmente en las comunidades cercanas a los lugares de los ataques. Según afirmó, varios ciudadanos han reportado temor generalizado, suspensión de actividades laborales y escolares, así como afectaciones a su movilidad diaria.
Desde la Alcaldía, el mandatario Alejandro Eder aún no ha confirmado si se implementará la medida de toque de queda, pero aseguró que se están evaluando distintas alternativas junto a la Policía y el Ejército para contener la violencia. En tanto, se han reforzado los patrullajes y se mantiene la ley seca y otras restricciones en sectores clave de la ciudad.
La ciudadanía, por su parte, se encuentra dividida: algunos consideran necesario el toque de queda como medida extrema de protección, mientras otros temen que pueda afectar sus derechos y actividades cotidianas. La discusión sigue abierta en el seno del gobierno local, que deberá actuar con prontitud frente a una situación que amenaza con desbordar el control institucional.
Organizaciones defensoras de derechos humanos han solicitado que cualquier decisión se tome con enfoque garantista, sin dejar de lado la prioridad de salvaguardar la vida. Entretanto, continúan las investigaciones para identificar a los responsables de los atentados que han dejado víctimas mortales, decenas de heridos y una ciudad sumida en la incertidumbre.




