En un gesto que ha conmovido a la comunidad, uniformados de la estación de Policía de Kennedy han abierto las puertas de sus instalaciones para dar refugio a un grupo de perros callejeros que merodeaban por la zona en busca de alimento y protección.
Los animales, que vivían en condición de abandono, ahora reciben agua, comida y un espacio seguro dentro del comando policial. Los uniformados se turnan para cuidarlos y, además, han promovido campañas de adopción con el fin de que encuentren un hogar definitivo.
La iniciativa ha sido bien recibida por los habitantes del sector, quienes destacan el ejemplo de solidaridad y humanidad que brinda la Policía en medio de sus labores cotidianas de seguridad. Algunos vecinos también se han sumado donando concentrado, cobijas y medicamentos para los perros.
Aunque se trata de una acción espontánea y voluntaria de los uniformados, el caso ha visibilizado la difícil situación que enfrentan miles de animales callejeros en Bogotá, donde las cifras de abandono siguen en aumento.
Los policías de Kennedy aseguran que continuarán cuidando a los caninos mientras encuentran familias adoptivas, reafirmando que su labor también puede estar al servicio de quienes no tienen voz, pero sí necesitan protección.
