Teresa De La Parra es una comunicadora social muy reconocida en la ciudad de Girardot por trabajar en radio, prensa, medios digitales, presentar eventos importantes y ser la fundadora de la revista digital ‘Like’. Sin embargo, a pesar de estar pasando por el mejor momento de su carrera, la periodista tuvo que salir del país por miedo a que atentaran contra su vida o la de su familia. Al parecer, todo se habría originado luego de que ella denunciara a unos delincuentes que le habían arrebatado sus pertenencias en el año 2016.
El caso
Los hechos por los que al parecer la comunicadora está siendo amenazada ocurrieron en el sector del barrio Bilbao del municipio de Flandes en el año 2016. Allí, ella fue atacado cuando salía de un supermercado por dos sujetos que tomaron su bolso. Al principio trató de resistirse, peleando por un dinero que era fruto de su trabajo, pero recibió patadas y puñetazos por parte de los asaltantes. El botín hurtado ascendía a los dos millones y medio de pesos, una consola Nintendo 3DS, documentos y algunos dólares.
Las capturas
Luego de este repudiable hecho, Teresa puso la correspondiente denuncia ante la Fiscalía y pocos días después la Policía detuvo a los autores, identificados como José Helber Ortiz y Jhonny González, quienes fueron enviados a la cárcel. Ella pensaba que su drama había terminado, puesto que le habían dicho que los delincuentes estarían por lo menos 15 años en la cárcel, pero para su sorpresa a los cuatro años salieron libres.
Las amenazas
Cuenta que desde que los hombres recobraron la libertad empezó a recibir llamadas por parte de la expareja de uno de los delincuentes, quien pretendía hablar con ella para advertirla de que su exmarido y su banda planeaban vengarse quitándole la vida a ella y a sus hijos. Luego llegaron cartas amenazantes con palabras recortadas de revistas, restos de vísceras de animales ensangrentadas y graves insultos que se convirtieron en la peor pesadilla de Teresa.
Temor
Teresa se vio atrapada en una situación sin salida. Entonces, recordó que tanto ella como sus hijos disponían de la nacionalidad española. Por eso, decidió huir a Bogotá, para ponerse salvo y conectar con el Consulado español donde le aconsejaron salir del país lo antes posible.
Destacado: Desde que los delincuentes salieron de la cárcel empezó a recibir llamadas, cartas y paquetes con vísceras de animales en su casa.
