Neiva despide con dolor a uno de sus personajes más entrañables: Don Antonio Ovalle, un hombre humilde y trabajador que durante años recorrió las calles del norte de la ciudad vendiendo quesillos a bordo de su bicicleta. El pasado 25 de julio falleció luego de permanecer internado más de dos semanas en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Hernando Moncaleano Perdomo.
El siniestro vial que lo dejó gravemente herido ocurrió el 11 de julio. Don Antonio transitaba como de costumbre por una vía del casco urbano cuando fue embestido por un taxi. Aunque recibió atención médica inmediata, sus lesiones fueron de tal magnitud que, pese a los esfuerzos de los especialistas, su cuerpo no resistió.
Ruta
Todos los días, sin falta, Don Antonio tomaba su bicicleta en el barrio Caracolí y salía a repartir quesillos por sectores como Gualanday, Altico, Cámbulos y La Toma. Su figura se volvió parte del paisaje cotidiano para decenas de vecinos que lo veían pasar sonriente, ofreciendo su producto artesanal con amabilidad y constancia. Muchos lo conocían además por sus quesillos, por su carácter afable y su compromiso con el trabajo honrado. Para algunos, era un ejemplo de lucha diaria; para otros, un amigo de paso obligado.
Impacto
Testigos del accidente narraron que Don Antonio iba pedaleando como era habitual, cuando el taxi lo alcanzó por detrás, lanzándolo contra el pavimento. La escena fue dramática, y los primeros en socorrerlo llamaron de inmediato a emergencias. Fue trasladado en ambulancia al hospital, donde permaneció bajo vigilancia médica hasta que, lamentablemente, sufrió una recaída que le costó la vida.
Investigación
La Secretaría de Movilidad de Neiva, en coordinación con las autoridades de tránsito, adelanta las investigaciones para establecer la responsabilidad del conductor implicado. Se están recolectando declaraciones, grabaciones de cámaras cercanas y el informe técnico del accidente. Hasta el momento, no se ha emitido un comunicado oficial sobre las posibles sanciones. Sin embargo, la familia del comerciante pide justicia y que el caso no quede en el olvido.
La partida de Don Antonio ha dejado un vacío en los barrios que recorría. En redes sociales, decenas de ciudadanos han expresado su pesar, recordando sus anécdotas y lamentando que una vida dedicada al esfuerzo y la dignidad termine de manera tan dolorosa. Su legado como símbolo del trabajo honesto y de la cultura popular de Neiva quedará en la memoria de quienes lo conocieron.
