
Nubia Baracaldo, afectada.
Una familia de Fusagasugá podría perder su vivienda por un proceso de extinción de dominio, a raíz de un hecho ocurrido hace casi dos décadas. Nubia Baracaldo, propietaria del inmueble, relató que los hechos se remontan al año 2005, cuando decidieron alquilar la primera planta de su casa sin imaginar las consecuencias que esto traería años después.
Según cuenta Baracaldo, poco tiempo después de arrendar el lugar, un vecino les advirtió sobre posibles actividades ilegales por parte de la inquilina. Actuando de buena fe, la familia acudió a la Policía para denunciar la situación, lo que dio lugar a un allanamiento en el que las autoridades hallaron 32 gramos de marihuana, confirmando la venta de drogas en el sitio y capturando a la responsable.
A pesar de haber colaborado con las autoridades y de insistir en su inocencia, la vivienda fue vinculada a un proceso de extinción de dominio. Durante años, la familia ha intentado demostrar que no tuvo ninguna participación en las actividades ilícitas, pero sus esfuerzos no han sido suficientes para revertir la medida.
Recientemente, la Sociedad de Activos Especiales (SAE) emitió una orden de desalojo, dejando a la familia en riesgo de perder definitivamente la casa que con tanto esfuerzo construyeron. El caso ha generado preocupación en la comunidad, que pide una revisión del proceso para evitar una injusticia.




