En una inesperada y graciosa escena ocurrida durante el último partido de la Premier League entre Manchester City y Wolverhampton, Pep Guardiola, el reconocido entrenador de los «Citizens», se convirtió en el centro de atención por un accidente cómico que ocurrió durante el desarrollo del encuentro.
En un intento por pasar el balón a uno de sus jugadores desde la banda, Guardiola, sin querer, dirigió el esférico directamente hacia su propio cuerpo, impactando de lleno contra él y provocando que el entrenador cayera al suelo en una escena que no pasó desapercibida para los espectadores ni para los jugadores en el campo.
El incidente, que causó las risas tanto en las gradas como en el banco de suplentes, dejó a Guardiola algo atónito pero rápidamente mostró su sentido del humor. Con una gran sonrisa en el rostro, se levantó y, ante las carcajadas del público, levantó la mano para disculparse con el entrenador rival y los propios jugadores. «¡Perdón, perdón, no era para mí!» exclamó Guardiola, mientras trataba de recuperar la compostura.
Aunque el momento fue accidental, la espontaneidad del incidente dio un toque de ligereza a un partido que se jugaba a alta intensidad. Los jugadores de Manchester City, entre ellos algunos de los más cercanos a Guardiola, no pudieron evitar reírse del «error» del entrenador, quien rápidamente se mostró en control de la situación.
El partido continuó sin mayores inconvenientes, y a pesar de la anécdota, Manchester City logró imponerse por 3-1. Sin embargo, las imágenes de Guardiola cayendo al suelo tras el pase fallido rápidamente se hicieron virales en redes sociales, donde los fanáticos del fútbol aplaudieron su actitud relajada y su disposición para reírse de sí mismo.
Guardiola, un hombre conocido por su precisión táctica y su seriedad en el campo, dejó ver una faceta más humana, que sin duda será recordada por los hinchas como uno de los momentos más simpáticos de la temporada.
