El mayor Nilson Bedoya, quien fue secuestrado en el municipio de Argelia, Cauca, relató su experiencia en una entrevista con Caracol Radio, donde detalló cómo fue su retención por parte de la población local, en medio de crecientes tensiones y desinformación sobre la presencia militar en la zona.
Según el mayor, durante los cinco meses que las tropas estuvieron en el corregimiento de El Plateado, se realizaron operaciones con el objetivo de garantizar el ingreso de la institucionalidad al Cañón del Micay. Sin embargo, la percepción equivocada de los campesinos, alimentada por rumores y manipulaciones de grupos armados ilegales, les llevó a considerarlos como enemigos. «Fuimos vistos como enemigos aun cuando estábamos dialogando», aseguró Bedoya.
La situación se agravó cuando un grupo de personas comenzó a agitar a la población, acusando a los uniformados de querer erradicar sus cultivos y de ser una amenaza para sus comunidades. Bedoya explicó que aunque inicialmente todo transcurría con relativa calma y en constante diálogo con los habitantes, la desinformación provocó el deterioro de la relación con la población, culminando en el secuestro del personal militar y policial. “Nos iban a quemar, pero estamos hechos para grandes cosas y pudimos salir adelante”, comentó el mayor, destacando la fortaleza de los uniformados para enfrentar este tipo de situaciones extremas.
El secuestro, que duró varios días, estuvo marcado por la violencia y la hostilidad de algunos de los campesinos, aunque Bedoya destacó que no todos compartían esa postura. «No todos los campesinos presentes querían hacernos daño, de hecho, algunos tuvieron detalles con nosotros», señaló.
A pesar de las amenazas y los ataques, el mayor Bedoya aseguró que la labor del Ejército continuará en la región. «No nos vamos a detener en nuestra labor para defender a los colombianos», enfatizó. Asimismo, destacó que el Ejército Nacional está comprometido con la seguridad y el bienestar de la población, y que las tropas ya están regresando al corregimiento de El Plateado para continuar con las operaciones.
En cuanto a los responsables de instigar la violencia, Bedoya indicó que se está investigando la posible participación de grupos armados ilegales que presionaron a los campesinos para actuar de manera hostil. Sin embargo, confía en la capacidad de las tropas para afrontar estos desafíos y en que las operaciones futuras en el Cauca seguirán adelante, con el objetivo de restaurar el orden y la institucionalidad en la región.
El mayor concluyó su intervención asegurando que la mayoría de los campesinos sigue confiando en el Ejército, y que estos incidentes no cambiarán el compromiso de las Fuerzas Armadas con la seguridad y el bienestar de todos los colombianos.



