La comunidad del barrio Gaitán aseguró estar cansada de tener que lidiar con los ‘amigos de lo ajeno’ quienes ya parece que no tienen control de nadie. Según Germán Ortiz, residente del sector, siempre que ponen una tapa en la alcantarilla se la roban y dejan un hueco abierto que en la noche es un peligro latente para los motociclistas y peatones que pasan por el lugar. De hecho, ya se han presentado accidentes que, aunque no causen tragedias, dejan a los conductores de moto con laceraciones en las piernas.
Temor
El temor de los vecinos es que es una zona muy transitada, pues queda a tan solo unos metros de la Universidad de Cundinamarca y varios establecimientos comerciales. Este desagüe se ha convertido en un problema, puesto que demoran más colocando una tapa nueva, que lo que tardan los malhechores en llevársela. Lo preocupante es que el gran hueco de aproximadamente dos metros de profundo no tiene ninguna clase de señalización que advierta los peligros para los transeúntes y conductores; residentes del sector le han puesto palos y cintas reflectoras que también se roban, convirtiéndose en un peligro latente.
Reducidores
Las personas afectadas hacen un llamado a las autoridades, manifestando que ya están cansadas del robo de las tapas de protección de los desagües, para que den con el paradero de los responsables, no solo a los habitantes de calle que se las roban sino a aquellas personas que las comercializan.




