El ambiente en el alto gobierno colombianos, donde campean duros encontrones, se tensó aún más después que Carlos Carrillo, director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), reaccionara con dureza contra Alfredo Saade, jefe de Despacho del presidente Gustavo Petro, tras su recalcitrante insistencia en la posibilidad de una reelección del actual mandatario, generando un cruce de palabras que puso en evidencia, una vez más, profundas fracturas internas.
Desde hace meses, la figura de Alfredo Saade se ha convertido en uno de los personajes más controvertidos dentro del petrismo. Su última provocación pública, durante la instalación del Congreso, cuando gritó insistentemente “¡reelección!” para Gustavo Petro, desató un fuerte choque con Carlos Carrillo, director de la UNGRD, otro miembro destacado del gabinete presidencial.
Carrillo no se guardó nada y llamó “payasadas” las acciones de Saade, recordándole que su rol no es el de un opinador más ni un tuitero sino el de un funcionario que debe respetar la Constitución, que prohíbe expresamente la reelección presidencial en Colombia. Con tono severo, Carrillo le reclamó que desistiera de esa insistencia, pues, según él, el presidente Petro ha sido enfático en no buscar otro periodo.
¡Ya está bueno de payasadas!
— Carlos Carrillo (@CarlosCarrilloA) July 22, 2025
Usted no es un opinador o un tuitero cualquiera, es el jefe de despacho del Presidente de la República. Su obligación legal y moral es respetar la constitución y la ley, en Colombia no hay reelección, el mismo Presidente ha dicho muchas veces que no…
El enfrentamiento público entre ambos funcionarios no es un incidente aislado, sino el reflejo del ambiente de discordia que impera en la Casa de Nariño desde la llegada de Saade a la Jefatura de Despacho desde hace 26 días. Al autodenominado “pastor” Saade (pue no hay una sola organización cristiano que lo reconozca como tal) se le atribuye un estilo confrontativo que ha generado múltiples renuncias, desplantes y un clima de trabajo marcado por gritos y malos tratos, que han puesto en aprietos la dinámica interna del gobierno.
Incluso, algunas fuentes aseguraron al periódico El Colombiano de Medellín que el “pastor” Saade no solo ha solicitado renuncias masivas, sino que en ocasiones ha protagonizado episodios cargados de agresividad verbal, afirmando en público “¡yo soy el que manda ahora!”, en un claro desafío a la estructura administrativa tradicional de la Presidencia.
Un episodio que ilustra este ambiente febril es el despido sin autorización presidencial de María Fernanda Gaitán Lozano, directora de la Unidad de Cumplimiento de Presidencia, que generó incluso un regaño público a Saade por parte del presidente Petro en un Consejo de Ministros. Todo esto se mezcla con denuncias de desorden informativo y falta de liderazgo administrativo dentro del palacio presidencial.
Por supuesto, los medios y las redes sociales no han dejado pasar el momento; memes, críticas e ironías ya circulan en Twitter, señalando que la “casa parece más un circo que un despacho presidencial”, mientras se debate si el jefe de Despacho es el pastor del orden o el payaso del espectáculo.




