El presidente Gustavo Petro liderará este lunes 6 de octubre en Tumaco la firma del Pacto Territorial por la Vida y la Paz, una iniciativa del Gobierno nacional que busca transformar el departamento de Nariño a través de la inversión social, la participación ciudadana y el fortalecimiento de la paz territorial. El evento se realizará en el coliseo del Pueblo de Tumaco y contará con la presencia de autoridades locales, representantes comunitarios y delegaciones de las 13 subregiones del departamento.
El pacto representa una hoja de ruta estratégica construida de manera conjunta entre el Gobierno central, la Gobernación de Nariño y las comunidades campesinas, afrodescendientes e indígenas. En total, contempla 255 proyectos que abarcan infraestructura, desarrollo productivo, programas sociales y ambientales, con una inversión estimada de 12,2 billones de pesos. Estos recursos estarán enfocados en cerrar las brechas históricas que han afectado al territorio, considerado uno de los más golpeados por el conflicto armado y la desigualdad estructural.
De acuerdo con la Presidencia de la República, el Pacto Territorial por la Vida y la Paz se organiza en cinco ejes fundamentales:
- Cumplimiento de los acuerdos de paz.
- Inclusión social y ampliación del acceso a derechos básicos.
- Fomento de la soberanía alimentaria, la productividad y la competitividad regional.
- Ordenamiento territorial y sostenibilidad ambiental.
- Integración regional y desarrollo de zonas fronterizas.
Este proceso ha sido el resultado de tres años de trabajo y diálogo participativo, en el que las comunidades del Pacífico nariñense definieron prioridades y proyectos estratégicos para su territorio. El gobernador Luis Alfonso Escobar Jaramillo resaltó que se trata del proceso de participación más amplio en la historia del departamento, concebido como un instrumento para impulsar la transformación social, económica y ambiental de la región.
La firma del pacto se convierte así en un hito para el desarrollo integral del Pacífico nariñense, pues busca fortalecer la institucionalidad, promover la equidad, proteger los ecosistemas y consolidar una paz duradera en un territorio históricamente afectado por la violencia, la pobreza y la falta de oportunidades. Con este acuerdo, el Gobierno reafirma su compromiso con la vida, la justicia social y la reconstrucción de los territorios más olvidados del país.
