Pasto en alerta: Racionamiento de agua podría comenzar pronto

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Empopasto advierte una reducción del 50% en los caudales y hace un llamado urgente al ahorro de agua.

El riesgo de quedarse sin agua durante los Carnavales

Las autoridades del municipio de Pasto encendieron las alarmas ante la posible crisis hídrica que podría impactar la ciudad a partir de enero de 2025, coincidiendo con la celebración de los tradicionales Carnavales de Negros y Blancos, cuando se espera la llegada de miles de turistas. El gerente de Empopasto, Neyip Javier Oñate, confirmó que los niveles de los caudales que abastecen a la capital nariñense han disminuido drásticamente, lo que compromete el suministro de agua si no se registran lluvias en las próximas semanas.

Drástica reducción de los caudales

Según los reportes de Empopasto, los niveles de los principales afluentes están en mínimos históricos:

•   Río Pasto: De 450 litros por segundo a 200 litros.
•   Quebrada Piedras: De 110 litros por segundo a la mitad.
•   Quebrada Miraflores: De 60 a 30 litros por segundo.
•   Quebrada Mijitayo: La situación más crítica, pasando de 60 a 20 litros por segundo.

Actualmente, el abastecimiento se está complementando con agua del embalse Río Bobo, que aporta 300 litros por segundo, más de la mitad de su capacidad total de concesión (500 litros por segundo).

Posible racionamiento en caso de ausencia de lluvias

“Si en dos meses y medio no se presentan lluvias significativas, será necesario implementar un plan de racionamiento”, afirmó Oñate, señalando que la empresa se encuentra en constante comunicación con la Alcaldía para tomar medidas preventivas. Las esperanzas están puestas en las previsiones del IDEAM, que indican la posible llegada de lluvias hacia mediados de noviembre gracias al fenómeno de La Niña. Sin embargo, si estas no se presentan, la crisis se agudizaría.

Llamado al ahorro y consumo responsable

Desde Empopasto se invita a la comunidad a adoptar prácticas de ahorro de agua y reducir su consumo al mínimo posible. “El embalse de Río Bobo es el último recurso para mantener el suministro, pero si la situación empeora, el racionamiento será inevitable en los próximos tres meses”, advirtió Oñate.


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