Pasto, aislado de nuevo: derrumbe en la vía Panamericana evidencia fallas estructurales en la conectividad del sur del país

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La capital de Nariño enfrenta nuevamente una crisis de abastecimiento debido a un nuevo derrumbe en la vía Panamericana, agravando la desconexión histórica de Pasto con el resto de Colombia. La falta de recursos estatales y la dificultad para atraer inversión privada han sido obstáculos recurrentes en la construcción de vías alternas que mitiguen esta situación.

El deslizamiento de tierra, ocurrido en Chachagüí, a 35 kilómetros de Pasto, ha bloqueado el paso de vehículos de carga, dejando a la ciudad sin suministros esenciales como gasolina y alimentos. Aunque existe una ruta alterna a través de Pasto – Buesaco – La Unión – Higuerones, esta no es apta para el tránsito de camiones pesados, lo que complica la llegada de productos a la región.

Promesas incumplidas y proyectos sin ejecución

Este nuevo colapso de la vía revive el recuerdo del gran derrumbe de enero de 2024 en Rosas, Cauca, que dejó a Nariño aislado durante semanas. En aquel momento, el Gobierno Nacional prometió la construcción de un nuevo tramo de la vía Panamericana que evitaría las fallas geológicas de la zona. El proyecto, que contempla 62 kilómetros de carretera con 14 túneles y 116 puentes, aún no ha iniciado, ya que ni siquiera se han publicado los pliegos de licitación.

El costo estimado de la obra es de 7,6 billones de pesos, pero su financiación es incierta debido a la crisis fiscal que enfrenta el país. Según Eduardo Enríquez Caicedo, exviceministro de Transporte, «independientemente de la buena voluntad del presidente, no hay plata», lo que retrasa cualquier avance significativo en la ejecución del proyecto.

¿Opciones viables? La difícil alternativa del Putumayo

Algunos expertos han planteado la posibilidad de fortalecer la ruta que conecta Pasto con Mocoa, en Putumayo, como una segunda salida hacia el interior del país. Sin embargo, la denominada «Trampolín de la Muerte» presenta graves riesgos geográficos y climáticos, además de requerir una inversión millonaria para su adecuación. «Si esta fuera la solución, ya se habría terminado la variante hace 10 años», señala Paola Larrahondo, abogada experta en infraestructura.

Las lluvias complican la reapertura de la vía

Las intensas lluvias han retrasado las labores de remoción de escombros en el tramo Pasto-Mojarras, aumentando la incertidumbre sobre la reapertura de la carretera. Aunque el Instituto Nacional de Vías (Invías) tenía previsto habilitar el corredor el jueves 21 de marzo, nuevos deslizamientos han impedido que esto ocurra. La entidad ahora estima que la vía podría ser reabierta entre el domingo y el lunes.

Mientras tanto, la única ruta alterna sigue operando bajo un esquema de regulación:

  • Lunes, miércoles y viernes: Sentido norte – sur (Higuerones – Pasto).
  • Martes, jueves y sábado: Sentido sur – norte (Pasto – Higuerones).
  • Domingo: Cierre total para mantenimiento.
  • Cierre nocturno diario de 8:00 p.m. a 5:00 a.m.

El gobernador de Nariño, Luis Alfonso Escobar, ha manifestado su preocupación por el deterioro de la vía alterna y la falta de recursos para su mantenimiento. “Tiene un deterioro impresionante, el Gobierno no le ha metido recursos”, declaró en una entrevista radial.

Pasto enfrenta una crisis recurrente que deja en evidencia la fragilidad de la infraestructura vial del suroccidente colombiano. Sin inversión y planificación a largo plazo, la capital nariñense continuará sufriendo episodios de aislamiento que afectan su desarrollo económico y social.


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