En Pasto, el baloncesto en silla de ruedas ha encontrado un espacio de crecimiento, disciplina y verdadera inclusión gracias al liderazgo de Alejandro Chaves, un entrenador que ha dedicado su vida al fortalecimiento del deporte adaptado como una herramienta de transformación social. Su labor ha permitido que decenas de deportistas asuman este escenario no solo como un lugar para competir, sino como un entorno donde se construyen valores, se fortalecen capacidades y se derriban barreras que históricamente han limitado a las personas con discapacidad.
Chaves sostiene que cada entrenamiento es una oportunidad para demostrar que la discapacidad no debe interpretarse como una limitación, sino como un impulso para descubrir nuevas habilidades, desarrollar una mentalidad resiliente y potenciar el espíritu competitivo. Bajo esta visión, el entrenador ha logrado consolidar un grupo cohesionado, disciplinado y comprometido, que se esfuerza día a día por superar sus propios límites y alcanzar un rendimiento deportivo cada vez más sólido.
Su enfoque va mucho más allá de la instrucción técnica. Aunque trabaja rigurosamente aspectos tácticos, fundamentos del juego, movilidad en silla, precisión y estrategia, Chaves considera que el verdadero triunfo del equipo se encuentra en el crecimiento personal de cada jugador. Por eso, promueve la autonomía, fomenta la toma de decisiones y refuerza la confianza individual y colectiva, entendiendo que cada proceso humano es diferente y que el deporte debe adaptarse a las capacidades y necesidades de quienes lo practican.
El entrenador también resalta la importancia del compañerismo en la construcción de identidad deportiva. Señala que el equipo se ha convertido en un espacio de apoyo emocional, diálogo y hermandad, donde los jugadores comparten experiencias, aprendizajes y logros que trascienden la cancha. Para muchos de ellos, este proyecto ha significado reencontrarse con su propósito, fortalecer su autoestima y sentirse realmente valorados en un entorno que reconoce sus habilidades y su esfuerzo.
Gracias a su liderazgo, el equipo ha ido ganando reconocimiento en la región, participando en encuentros, torneos y espacios deportivos que permiten visibilizar el talento local y promover la inclusión en diferentes escenarios. Chaves afirma que este proceso debe continuar creciendo, con el propósito de abrir más oportunidades para nuevos deportistas, alcanzar mejores resultados competitivos y posicionar a Pasto como un referente del deporte adaptado a nivel regional y nacional.
Chaves asegura que la mayor recompensa que recibe como formador es ver a sus deportistas disfrutar del juego, enfrentar nuevos retos con determinación, trabajar unidos y encontrar en el baloncesto una plataforma para proyectarse como líderes, atletas y ciudadanos activos. Su compromiso, marcado por la sensibilidad humana y el rigor deportivo, ha permitido que este equipo se convierta en ejemplo de resiliencia y superación, destacando el poder transformador del deporte cuando se trabaja con dedicación, respeto y amor por la diversidad.

