
En un foro liderado por el Ministerios se hizo un llamado a fortalecer la gobernanza territorial.
El encuentro resaltó la importancia del control social frente a la minería y urbanizaciones ilegales.
En el municipio de Santander de Quilichao, al norte del Cauca, se desarrolló un encuentro ciudadano que puso sobre la mesa la necesidad de fortalecer la participación comunitaria y el control social ambiental en los territorios. El evento se realizó en el Lake House y fue convocado por el Foro Nacional por Colombia, en articulación con la Corporación Autónoma Regional del Cauca (CRC), autoridades locales y organizaciones sociales.
Alerta por mi ambiente
La actividad se enmarca en el Proyecto Alerta por mi Ambiente, liderado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, cuyo objetivo principal es consolidar mecanismos que permitan a las comunidades ejercer su derecho al acceso a la información, la participación y la vigilancia ciudadana sobre temas ambientales.
Durante el foro, Marcela Restrepo, presidenta ejecutiva del Foro Nacional por Colombia, advirtió sobre la desconfianza que existe frente al sistema democrático en el país. “Seis de cada diez personas no creen en la democracia porque la perciben como un ideal sin concreción. Recuperar esa confianza exige un mejor gobierno y una gobernanza territorial que proteja el medio ambiente y la convivencia pacífica”, señaló.
Por su parte, Yonier Campo, director territorial zona centro de la CRC, insistió en que el control social ambiental no puede quedarse en los despachos institucionales, sino que requiere contacto directo con las comunidades. Resaltó la figura de dinamizadores ambientales en los territorios y alertó sobre los riesgos que representa la expansión de la minería y las urbanizaciones ilegales, fenómenos que están afectando gravemente los ecosistemas caucanos.
El encuentro también tuvo voces desde los municipios. Ester Julia Figueroa, apoyo de programas sociales en Suárez, enfatizó en la necesidad de formar a jóvenes para el ejercicio del control social, señalando que los proyectos deben nacer desde las comunidades y reconocer sus prácticas culturales, en lugar de imponerse desde instancias nacionales.
El foro concluyó con un llamado a consolidar agendas de desarrollo que respondan a las realidades locales, reforzar la corresponsabilidad entre Estado y ciudadanía y promover un ejercicio ético de la gestión pública. Los asistentes coincidieron en que la participación activa de la comunidad es la vía más efectiva para garantizar una democracia real y una protección ambiental sostenible en el Cauca.
Además, los asistentes coincidieron en que este tipo de espacios deben convertirse en ejercicios permanentes y no en encuentros aislados. La sostenibilidad ambiental, afirmaron, solo será posible si la ciudadanía mantiene un rol activo en la vigilancia de los recursos naturales y si las instituciones responden de manera efectiva y transparente. La apuesta, recalcaron, es que el Cauca se consolide como un referente en gobernanza participativa y cuidado ambiental para el resto del país.
Pie de página: Yonier Campo, director.




