Daniel García, ha sido uno de los principales voceros de la comunidad, destacando el abandono.
El parque Sacudete de Viveros sigue siendo un tema de preocupación para los residentes del barrio Antonio Nariño y Viveros en Ibagué. El edil Daniel García ha resaltado la desidia, inseguridad y abandono que rodean a este espacio, recordando la promesa incumplida del expresidente Iván Duque de inaugurar un parque que nunca se construyó.
Ayuda
La comunidad ibaguereña, respaldada por líderes de la comuna número 3, ha decidido alzar la voz ante esta situación. Se denuncia la falta de acción tanto del gobierno municipal como del nacional, así como de los representantes políticos del Tolima, incluyendo a los senadores de la región, quienes según la comunidad, no estarían gestionando suficientemente para resolver esta problemática.
Impacto
En un esfuerzo por visibilizar esta situación, se ha realizado un recorrido por el parque junto con la comunidad, transmitido en vivo a través de las redes sociales. Se destaca que el parque, que se encuentra en un 56% de avance de obra, ha sido señalado como un lugar propicio para la delincuencia y el consumo de drogas, privando a los niños de la comuna de un espacio deportivo adecuado.
Apoyo
La situación en torno al parque Sacudete de Viveros ha generado un profundo descontento social entre los habitantes de la comuna 3. Antes, este lugar solía ser un punto de encuentro para la práctica deportiva y el esparcimiento familiar; sin embargo, debido a la falta de avance en su construcción y a la percepción de inseguridad, la comunidad ha dejado de utilizarlo para tales fines.
Frustración
El descontento se ha intensificado al ver cómo un espacio que prometía ser un lugar de recreación y deporte para niños y adultos se ha convertido en un símbolo de la desidia y la falta de compromiso de las autoridades. Muchos residentes expresan su frustración al ver cómo se desperdician los recursos y el potencial de un parque que podría haber contribuido significativamente al bienestar y la calidad de vida de la comunidad. Esta situación ha llevado a un sentimiento generalizado de abandono y desesperanza entre los residentes de la comuna 3, quienes exigen una pronta solución a este problema. La falta de respuesta por parte de las autoridades ha generado un ambiente de desconfianza y desmotivación, haciendo que la comunidad se sienta abandonada a su suerte en medio de una situación que afecta directamente su calidad de vida y la seguridad de sus familias.
