Con bancas, zonas verdes y participación: el parque de Santa Isabel se convierte en símbolo de convivencia urbana

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El parque ubicado en el barrio Santa Isabel, en la Comuna 19 de Cali (Valle del Cauca), ha dejado atrás años de abandono, microtráfico y percepción de inseguridad para convertirse en un espacio renovado de encuentro y disfrute comunitario. La intervención, liderada por la Empresa de Desarrollo y Renovación Urbana (EDRU) y el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (DAGMA) del municipio, se materializó recientemente con la entrega de un parque de aproximadamente 700 m² que hoy cuenta con plazoletas, andenes mejorados, nuevas bancas y zonas verdes de esparcimiento.

Contexto y diagnóstico previo

Durante años, los residentes de Santa Isabel denunciaron la existencia de hurtos, microtráfico y deterioro del parque. En 2022, un artículo advertía que “el microtráfico y robo de autopartes también afectan al sector” del barrio Santa Isabel. La zona, ubicada al sur de Cali, en la comuna 19, presentaba limitaciones tanto en infraestructura urbana (andén deteriorado, iluminación insuficiente) como en convivencia ciudadana. La comuna 19 tiene una compleja geografía y retos urbanos desde hace décadas.

Intervención urbana

El proyecto formó parte de una estrategia más amplia de la Alcaldía de Cali para recuperar al menos 13 espacios verdes en barrios vulnerables. En el caso específico de este parque de Santa Isabel, la intervención cubrió:

  • Demolición de bordillos antiguos, compactación del terreno y renovación de andenes.
  • Instalación de bancas prefabricadas, señalética, zonas de estar para adultos mayores y zonas de juego suave (no necesariamente equipos de juegos grandes, pero espacio libre para niños) según declaraciones de la gerente de la EDRU.
  • Plantación de especies vegetales autosostenibles de bajo riego, tratamiento fitosanitario de árboles existentes, y talleres de sensibilización ambiental con los vecinos para fomentar el cuidado colectivo del espacio.
  • Financiación del proyecto a través del presupuesto participativo: los vecinos del barrio priorizaron esta intervención como una necesidad real de su territorio.

Resultados perceptibles

Hoy, el parque ya no es únicamente un espacio urbano más, sino un escenario de encuentro familiar. Los residentes comentan que se sienten más seguros al pasar por la zona, que los niños pueden jugar o campar en la sombra de los árboles, y que los adultos mayores encuentran bancas adecuadas para su uso. Por ejemplo, una vecina del barrio señaló:

“Antes este parque no estaba bien, la tierra se caía, estaba en desorden. Ahora quedó muy lindo; los asientos, los andenes, todo fue para el bien de la comunidad”

Asimismo, la administración distrital considera que la recuperación del parque tiene un efecto más amplio: “Estas intervenciones no solo buscan embellecer los espacios públicos, sino crear recorridos seguros, puntos de encuentro intergeneracionales y escenarios para la convivencia ciudadana”.

Impactos sociales y urbanos

  • Seguridad y percepción: Al mejorar la infraestructura urbana, se reduce el “territorio” disponible para la ocupación informal o el uso indebido del espacio, lo que coadyuva a la estrategia de seguridad ciudadana.
  • Convivencia ciudadana: La dotación de zonas definidas para distintos grupos etarios (niños, adultos mayores) promueve el uso variado del parque y genera vigilancia natural por parte de la comunidad.
  • Participación comunitaria: Al priorizarse mediante presupuesto participativo, los vecinos no solo esperan la obra, sino que participan activamente en su cuidado, fortaleciendo el tejido social.
  • Mejor calidad de vida: Un espacio público accesible y bien diseñado mejora el entorno habitacional, promueve la salud mental al facilitar el paseo y el descanso, y añade valor urbano al barrio.

Retos y sostenibilidad

Aunque el parque luce renovado, quedan retos por delante:

  • Mantenimiento a largo plazo: Las vegetaciones autosostenibles ayudan, pero requieren poda, riego puntual, limpieza y control continuo para evitar deterioro.
  • Movilización nocturna y control de microtráfico: Mejorar el espacio físico es clave, pero debe complementarse con iluminación adecuada, patrullaje y cultura de convivencia para evitar que vuelvan las actividades ilícitas.
  • Vinculación comunitaria: El éxito continuado depende de que la comunidad mantenga apropiación del parque —por ejemplo, mediante actividades culturales, deportivas o recreativas periódicas— y la alcaldía ofrezca herramientas para que esto ocurra.
  • Integración con el entorno urbano: El parque es un hito, pero su entorno vial, accesos, rutas de transporte, paraderos y conexión con otros espacios públicos deben también fortalecerse para maximizar su uso.

Conclusión

La renovación del parque de Santa Isabel en la comuna 19 de Cali es un ejemplo contundente de cómo la intervención urbana bien diseñada, asociada a participación ciudadana y política de recuperación de espacio público, puede convertir un lugar considerado inseguro en un punto de encuentro para familias y comunidades. Sin embargo, para que el cambio sea duradero, debe asegurarse su mantenimiento, vigilancia comunitaria y la integración del parque en la trama urbana más amplia del barrio. Este tipo de intervenciones sirven no solo para embellecer, sino para dignificar, conectar y empoderar comunidades que durante años han estado a la espera de espacios de calidad.


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