A solo 18 kilómetros de Bogotá, el Parque Ecológico Matarredonda ofrece un refugio natural para quienes buscan aire puro, paisajes de páramo y senderos cargados de historia. Ubicado en el páramo de Cruz Verde, este espacio protegido se convierte en un plan ideal para desconectarse de la ciudad y reconectarse con la biodiversidad.
Un ecosistema que produce vida
Este parque, considerado una verdadera “fábrica de agua”, es el nacimiento de importantes fuentes hídricas como los ríos Teusacá, Palmar y San Cristóbal. Estos ríos abastecen a comunidades de Cundinamarca y Bogotá, lo que hace que su conservación sea esencial. Además, el nombre Matarredonda proviene de un arbusto andino conocido como tuno esmeralda, símbolo de la vegetación local.
Senderos y experiencias para todos
Entre sus principales atractivos está la Laguna Teusacá, alcanzable por un antiguo Camino Real, la Cascada de la Abuela, la Laguna del Silencio y la Cara del Indio. Estos recorridos varían en dificultad, pero todos ofrecen vistas únicas del páramo, con frailejones, helechos y arbustos medicinales que enriquecen la experiencia.
Caminar por estos senderos no solo es un reto físico moderado, sino también un viaje por la historia natural y cultural. Para los muiscas, este lugar era sagrado y lo llamaban “Cavintuca”, un recordatorio de la profunda conexión entre el territorio y las comunidades ancestrales.
Flora, fauna y clima
El Parque Ecológico Matarredonda es hogar de especies como conejos de monte, armadillos y pequeños lagartos, así como de una variada flora de páramo. La altitud, que oscila entre los 3.300 y 3.500 metros sobre el nivel del mar, genera un clima frío de entre 9 °C y 15 °C, ideal para disfrutar de caminatas en un ambiente fresco y limpio.
Información práctica para tu visita
El parque abre todos los días de 8:00 a 16:00, con último ingreso a las 14:00. La entrada tiene un costo aproximado de COP $10.000 a $12.000 por persona. También cuenta con parqueadero para autos y motos, y la opción de camping por un valor adicional.
Para llegar, se puede tomar la vía Bogotá–Choachí y girar en el kilómetro 18. En transporte público, los buses que salen de la calle 6 con carrera 14 o la avenida Caracas te dejan en la entrada del parque.
Consejos para aprovechar la experiencia
Lleva ropa abrigada, calzado antideslizante, protector solar y agua suficiente. Si planeas recorrer senderos menos transitados, es recomendable ir en grupo o con guía para mayor seguridad. La cámara fotográfica es casi obligatoria, pues el paisaje cambia con cada paso.
Visitar el Parque Ecológico Matarredonda es más que un paseo: es una oportunidad para valorar la riqueza natural que rodea a Bogotá y participar en su preservación.




