Después de cuatro días de protestas y bloqueos que paralizaron importantes vías en Boyacá y parte de Cundinamarca desde el pasado lunes, el paro minero y de campesinos parameros fue levantado este jueves 7 de agosto tras un acuerdo entre el gobierno nacional y representantes de la pequeña minería del carbón.
El presidente Gustavo Petro anunció oficialmente el fin del paro, resaltando que el acuerdo se centra en una transición energética responsable para la pequeña minería del carbón, así como en atender las demandas específicas planteadas por los voceros en un pliego de 10 puntos. Las negociaciones se desarrollaron durante una jornada intensa de diálogo en Paipa, epicentro de uno de los bloqueos más significativos.
El pacto alcanzado incluye acuerdos específicos en cada uno de los 10 puntos presentados por los representantes mineros de Boyacá y Cundinamarca:
– Compra de carbón: El gobierno se comprometió a comprar cerca de 60.000 toneladas de carbón en un plazo de tres meses. Esto asegura un mercado estable para los pequeños productores durante la transición.
– No incremento de impuestos: Se acordó que no se impondrá el IVA ni nuevos gravámenes sobre la pequeña minería del carbón, buscando aliviar la carga fiscal que afecta la sostenibilidad del sector.
– Acuerdos de pago para deudas: Se establecerán acuerdos que permitan a los pequeños mineros saldar deudas pendientes relacionadas con renta anticipada y otros compromisos financieros, con fechas claras para el pago.
– Revisión del cálculo de regalías: Se revisará y adecuará la metodología de cálculo de las regalías para que refleje de manera más justa la realidad de los pequeños productores.
– Formalización minera: La Agencia Nacional de Minería avanzará en la suscripción de contratos de concesión minera con requisitos diferenciales que permitan la formalización de los pequeños mineros bajo estándares técnicos y ambientales adecuados a su escala.
– Mesas técnicas para trámites: Se conformarán mesas técnicas que den seguimiento y faciliten la agilización de trámites mineros, eliminando obstáculos administrativos que afectan la operatividad del sector.
– Apertura de nuevos mercados internacionales: Se implementará una estrategia orientada a la apertura de nuevos mercados internacionales para la exportación del carbón boyacense, lo que diversificará las oportunidades comerciales.
– Respeto a la economía local y tradición minera: El acuerdo garantiza el respeto por las actividades económicas y culturales de las comunidades mineras, promoviendo la sostenibilidad social y ambiental.
– Participación de jóvenes: Se coordinarán reuniones y espacios para incluir a los jóvenes mineros en los procesos de desarrollo, formalización y transición energética del sector.
– Articulación institucional: Se fortalecerá la coordinación entre el gobierno nacional, departamental y las comunidades para mantener espacios permanentes de diálogo que permitan la resolución pacífica de futuros conflictos.
Gracias al acuerdo, nueve de los diez puntos de bloqueo fueron habilitados, y se restableció la movilidad en municipios como Socha, Paipa, Chiquinquirá, Nobsa y Tópaga. No obstante, el bloqueo en algunas zonas, como el Puente de Boyacá, donde protestan campesinos con demandas diferentes, continúa, y las negociaciones con ese sector siguen abiertas.
El gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, calificó el acuerdo como un paso histórico hacia la dignidad, la sostenibilidad y el bienestar de miles de familias que dependen de esta actividad económica. De igual forma, el gobernador de Cundinamarca, José Emilio Rey, destacó la disposición de evitar la imposición de nuevos gravámenes y el compromiso de apoyar la formalización minera.
El ministro de Minas y Energía, Edwin Palma, confirmó la importancia del pacto y señaló que ya se ha abonado parte de las deudas del sector y se definieron plazos claros para el resto de los pagos, mostrando el compromiso del Gobierno con el cumplimiento del acuerdo.




