El departamento de Boyacá vive una compleja situación social y económica debido al paro indefinido que sostienen mineros y campesinos desde hace tres días. Las protestas han bloqueado al menos siete puntos estratégicos, entre ellos la vía Tunja-Bogotá y la carretera que comunica con Chiquinquirá, generando grandes afectaciones al transporte y al comercio regional.
La movilización se originó por lo que los manifestantes denominan una crisis insostenible en sus sectores. En el caso de los campesinos, uno de los principales reclamos es la delimitación de los páramos, que, según denuncian, restringe el uso de sus tierras para actividades agropecuarias y amenaza su derecho al trabajo y a la propiedad.
“El Gobierno se equivoca nuevamente con nosotros los campesinos. No nos vamos a sentar con una ministra que sale en tres días y deja los acuerdos en veremos”, expresó Javier Vargas, líder campesino, en referencia a la renuncia de la ministra de Ambiente, Lena Estrada.
Por su parte, los mineros de carbón en Boyacá y Cundinamarca también han bloqueado sectores como Paipa y Ubaté, exigiendo condiciones laborales dignas y garantías para sus empleos. “Las condiciones para los trabajadores del carbón son insostenibles, y no hay seguridad para continuar nuestras labores”, afirmaron representantes del gremio.
Desde la Terminal de Transportes de Bogotá, se confirmó la suspensión de viajes hacia Boyacá por motivos de seguridad, mientras decenas de camiones permanecen detenidos en puntos de bloqueo como Ventaquemada.
El viceministro de Diálogo Social, Gabriel Rondón, aseguró que se están programando reuniones con líderes gremiales y varios funcionarios del Gobierno para buscar soluciones. “Tenemos que encontrar un equilibrio entre la producción agrícola y la protección del agua y los ecosistemas de páramo”, indicó.
Aunque se han abierto pasos temporales en algunos sectores, los manifestantes han reiterado que el paro seguirá de manera indefinida hasta obtener respuestas concretas. La situación ha encendido las alarmas entre los sectores productivos de la región, que reportan millonarias pérdidas.




