Paro en Boyacá: bloqueos persisten y negociaciones con el gobierno nada que arrancan

El paro minero y campesino que inició el 4 de agosto en Boyacá mantiene bloqueadas las principales vías del departamento, causando pérdidas económicas diarias millonarias y afectando el transporte de alimentos y productos. Las negociaciones con el gobierno nacional permanecen estancadas, mientras crecen las demandas sociales y la crisis regional no da señales de solución inmediata.
Paro en Boyacá - FB Esperanza Vargas Quimbaya
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Desde este lunes 4 de agosto, miles de mineros pequeños y campesinos en Boyacá mantienen bloqueadas las vías principales que comunican la región con Bogotá, Santander y otros departamentos. La protesta, que surge por la crisis del sector carbonífero, reclamos laborales y la delimitación de zonas agrícolas en páramos, ha paralizado el transporte, el abastecimiento de alimentos y las actividades económicas. Hasta ahora, las negociaciones con el Gobierno Nacional no han avanzado y los manifestantes exigen respuestas concretas sobre impuestos, exportaciones y la generación energética.

Los bloqueos principales se concentran en las rutas estratégicas entre Tunja y Bogotá, así como en puntos como Paipa, Sogamoso y Monguí. Según el gobernador Carlos Amaya, las pérdidas económicas ascienden a 6.000 millones de pesos diarios por el cierre de estas vías. Esta situación está afectando seriamente el paso de camiones con alimentos perecederos, ganado y productos lácteos, con más de 500.000 litros de leche represados y en riesgo de perderse por la falta de transporte adecuado para mantener la cadena de frío. La Central de Abastos de Bucaramanga ha reportado aumentos significativos en el precio de hortalizas y productos agrícolas, lo que impacta directamente en el bolsillo de los consumidores.

La protesta, protagonizada por asociaciones de pequeños mineros del carbón y comunidades campesinas, demanda que el Ministerio de Minas reconsidere la exclusión del carbón térmico en la generación eléctrica nacional y la reactivación de exportaciones, particularmente a Israel, mercado que representó US$55 millones hasta mayo de 2025. Además, exigen una reducción en la retención tributaria del carbón y que el 30% a 50% de la energía se produzca con plantas termoeléctricas en la región. En contraste, el Gobierno ha ratificado su apuesta por la transición energética hacia fuentes limpias, prioridad que ha sido un punto crítico en las negociaciones, que se suspendieron tras no llegar a acuerdos en nueve de diez puntos tratados.

Las mesas de diálogo instaladas en Paipa y Ventaquemada no han contado con la presencia de alta representación gubernamental, lo que ha dificultado la concertación. Los líderes del paro anunciaron que si no hay presencia de ministros los bloqueos se mantendrán hasta obtener garantías claras y la interlocución con las jefes de las carteras de Ambiente y Agricultura, el director de la Agencia Nacional de Tierras y el gobernador departamental. Un efecto colateral de esta protesta fue la cancelación de la tradicional conmemoración de la Batalla de Boyacá 2025, trasladada por primera vez a Leticia, Amazonas.


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