El miedo volvió al sur del Chocó. Desde el mediodía del viernes 2 de mayo, las comunidades que habitan en la cuenca del río Baudó y sus afluentes se encuentran prácticamente encerradas en sus casas, luego de que el ELN anunciara un nuevo paro armado que irá hasta la medianoche del lunes 5.
El grupo ilegal, a través de su Frente de Guerra Occidental Ogli Padilla, impuso restricciones de movilidad con el argumento de proteger a la población civil en medio de una disputa territorial con otro grupo armado liderado por alias Piernas Limpias. Sin embargo, el Ejército Nacional rechazó de forma contundente esta versión y aseguró que lo que realmente está ocurriendo es un intento del ELN por controlar rutas de narcotráfico.
“Esto no tiene nada que ver con la protección de los civiles. Es un constreñimiento armado para mover cocaína por el río Baudó rumbo al Pacífico”, aseguró el coronel Román Leonardo Fonseca Rodríguez, comandante de la Décima Quinta Brigada. También hizo un llamado a las comunidades para que no se dejen intimidar por las amenazas de estos grupos y recordó que las tropas continúan en la región realizando operativos conjuntos con la Fuerza Aeroespacial, la Armada y la Policía.
Pese a los esfuerzos, el temor se impone. Muchas familias han detenido sus actividades diarias y permanecen confinadas. Frente a esta situación, la gobernadora del Chocó, Nubia Carolina Córdoba, anunció que la administración departamental se prepara para atender una posible crisis humanitaria. “Pedimos una acción urgente de la Armada por la importancia fluvial de esta zona, y trabajo conjunto del Ejército y la Policía para proteger a la gente”, expresó la mandataria en su cuenta de X.
El conflicto armado en esta región sigue cobrando vidas, tranquilidad y derechos básicos como la libre movilidad. Mientras los grupos ilegales se enfrentan por el control territorial, las comunidades quedan atrapadas entre el fuego cruzado.




