Un reciente caso en el departamento del Huila ha causado conmoción: un hombre de 43 años y su pareja de 21, madre de una niña de tan solo 5 años, fueron capturados por la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijín). Según las autoridades, la pareja grababa contenido pornográfico con la menor para venderlo en plataformas fraudulentas en países como Estados Unidos, Europa y Asia.
La investigación reveló que los acusados utilizaban redes sociales para contactar a pedófilos internacionales. Una pieza clave en el caso fue un peluche en forma de panda, visible en uno de los videos. Este objeto fue encontrado durante los allanamientos en la habitación donde presuntamente grababan el material ilícito.
La explotación sexual infantil y la pornografía han registrado un preocupante aumento en Colombia en los últimos años. Según datos recientes de la Fiscalía, entre 2020 y 2024 se abrieron 9.489 procesos judiciales por estos delitos, reflejando un panorama crítico. Solo en lo corrido del 2024, se han reportado 1.675 casos, lo que representa un incremento del 30% en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Cifras alarmantes de contenido producido
De acuerdo con el coronel Hébert Mejía, director encargado de Investigación Criminal e Interpol, en el proceso se identificaron 640 videos relacionados con la explotación de esta menor, de los cuales 14 eran distintos y comercializados en plataformas. Gracias a las pruebas recabadas, un juez dictó medida de aseguramiento intramural contra los implicados.
Perfiles de las víctimas y victimarios
El 87% de los acusados en estos crímenes tienen un vínculo cercano con las víctimas, siendo comúnmente padres, padrastros y madrastras. Las principales afectadas son niñas de edades entre 4 y 8 años, quienes sufren estas agresiones en entornos donde deberían estar protegidas.
Hasta la fecha, 187 personas han sido capturadas este año por estos delitos, lo que evidencia el trabajo de las autoridades, aunque también resalta la gravedad de la situación.
El panorama general: desafíos y acciones urgentes
El incremento de estos crímenes evidencia una problemática social compleja que involucra tanto la falta de protección en los entornos familiares como el uso de tecnologías para cometer estos delitos. Las autoridades han intensificado los operativos y el rastreo de redes internacionales de pedofilia, pero también han hecho un llamado a la sociedad para denunciar cualquier situación sospechosa que ponga en peligro la integridad de los menores.
Casos como este resaltan la urgencia de fortalecer políticas públicas, generar mayores controles sobre las plataformas digitales y garantizar una protección efectiva para los menores en riesgo.




