Una tarde de paseo terminó en tragedia. En las últimas horas, los organismos de socorro del municipio de Caloto, ubicado al norte del departamento del Cauca confirmaron la muerte de dos personas por ahogamiento.
Sitio
Uno de los funcionarios indicó que el lamentable incidente se presentó en horas de la tarde en la Bocatoma del río Palo. En ese lugar pereció un hombre y una mujer quienes disfrutaban de una tarde de recreación. “Al parecer, los ciudadanos se encontraban bañándose cuando de manera sorpresiva fueron arrastrados por las corrientosas aguas del afluente. Los cadáveres fueron encontrados minutos más tarde, y llevados hasta las instalaciones de la morgue”.
Identidades
Según las comunidades, las víctimas serían la señora Geraldine Ospina y el señor Erick Dimarso quienes residían en el municipio de Santander de Quilichao. Integrantes de actos urgentes de la Sijin fueron los encargados de realizar la inspección técnica. Posteriormente, expertos en Ciencias Forenses se encargaron de llevar a cabo las necropsias para de esta manera poder establecer las verdaderas causas de su deceso.
Recomendaciones
Las autoridades de la zona hicieron al llamado a todas las personas que visitan estos sitios turísticos a tomar todas las precauciones necesarias para evitar que se sigan registrando este tipo de incidentes. Ahora se investiga, si el lugar contaba con todas las medidas necesarias de seguridad para poder establecer responsabilidades.
Turístico
Uno de los ciudadanos indicó que el sitio es frecuentado por muchas personas. “Es un lugar hermoso para conocer. Está ubicado a 30 minutos del casco urbano de Caloto. Pero lo ideal es evitar bañarse, ya que se corren muchos riesgos. Esperamos que las personas encargadas de vigilar el sitio, tomen medidas estrictas e impedir que más personas pierdan la vida”.
Trámites
Los allegados de las víctimas hicieron todos los trámites ante la Fiscalía General para reclamar los cuerpos y llevarlos hasta su lugar de origen y de esta manera poder llevar a cabo su velación y honras fúnebres en compañía de sus amigos y demás dolientes. “Nos sentimos destrozados por lo sucedido. Fueron personas que, gracias a su forma de ser, lograron ganarse el cariño de todos los Quilichagüeños. Ahora sabemos que Dios los tiene en su Santa Gloria y descansan en paz”, indicó Manolo Fernández.
