A casi un año de su mandato, la gobernadora del Meta, Rafaela Cortés, ha recibido críticas por parte de diversos sectores de la población, quienes señalan que varias de sus promesas de campaña no han sido cumplidas. Estos reclamos se sustentan particularmente en temas relacionados con obras públicas, ayudas sociales, y la implementación del plan de desarrollo regional.
Polémica
Uno de los puntos más discutidos ha sido la actuación de la gobernadora frente a las manifestaciones en torno a los peajes de la región. Durante el año, grupos de ciudadanos han protestado por los altos costos de los peajes y las condiciones de las vías. En este contexto, Cortés generó controversia al advertir sobre el posible uso de la fuerza pública para controlar las manifestaciones. Esta postura fue percibida por algunos como una medida autoritaria y desproporcionada, lo que provocó críticas de sectores que esperaban un enfoque más dialogante.
Inconformidades
Los atrasos en varias obras públicas importantes, como la Pista Atlética, la Torre del Hospital Departamental y el complejo deportivo Sikuani, han generado preocupación en el Meta. Estas demoras afectan tanto la infraestructura deportiva como los servicios de salud, especialmente la Torre del Hospital, cuya falta de avance impacta la capacidad de atención médica en Villavicencio. La gobernadora ha atribuido estos retrasos a problemas de presupuesto y gestión heredados de administraciones anteriores, pero el malestar entre la población sigue creciendo.
Además, la falta de avances en la construcción y mantenimiento de vías ha generado inconformidad, afectando la movilidad y sectores clave como la agricultura y el turismo. A esto se suma el incumplimiento en la entrega de ayudas alimentarias a miles de familias vulnerables, así como la insuficiencia de fondos para la educación superior, dejando a muchos estudiantes sin acceso a créditos educativos.
Gobierno
Ante este panorama de críticas, la gobernadora Rafaela Cortés ha manifestado en varias ocasiones que su administración sigue comprometida con los proyectos prometidos y que los retrasos son consecuencia de factores ajenos a su gestión, como la crisis económica y problemas estructurales heredados.
Si bien su administración ha ofrecido explicaciones y ha reafirmado su compromiso con los proyectos prometidos, el descontento sigue presente en algunos sectores de la población.




