Para el segundo semestre la dinámica sigue siendo positiva para que las familias logren su vivienda propia

Hoy en día el 70 por ciento de lo que se construye y se vende en la región es la vivienda de interés social (VIS) y el 30 por ciento es la no VIS.
Cortesía.
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La construcción en Bogotá es un sector muy dinámico, que sigue siendo punta de lanza en la economía del país en el que, de alguna manera, el tema de la reactivación “pasa a un segundo plano” y en el que “tenemos que ser resilientes” puesto que aporta al desarrollo económico del país.

Así lo afirmó Alejandro Callejas, gerente de Camacol B&C (Bogotá y Cundinamarca) y quien destacó que en este gremio de la construcción “hacemos un censo de la actividad edificadora todos los meses y particularmente este año ha sido para nosotros muy positivo en el primer semestre, donde se puede ver como las iniciaciones, los lanzamientos, ventas y la oferta en general casi mes a mes (a excepción de enero que aparecía en rojo) se ha tenido unos indicadores muy positivos. Esto es una buena noticia para la ciudad, la región y el país”.

El directivo habló con este medio sobre el sector.

¿Cuál ha sido el sector de la vivienda que más ha crecido, VIS o no VIS?

Históricamente este sector ha venido cambiando. Han sido unos 4 o 5 años en la que la tendencia de la vivienda en Colombia cambió radicalmente. Antes era mayoría la vivienda no VIS, pero más o menos desde 2016 – 2017, cuando se implementó una política del gobierno nacional muy exitosa, se hizo cambiar el mercado.

Hoy en día el 70 por ciento de la que se construye y se vende en la región es la vivienda de interés social (VIS) y el 30 por ciento es la no VIS.

Particularmente, la VIS tiene una característica, que es la de costar menos de 150 salarios mínimos, y dentro del segmento hay un área especial que es la de Vivienda de Interés Prioritario, de menos de 90 salarios mínimos. Es decir que las familias que lo necesitan, las de menos ingresos, que en otra condición no lo hubieran podido hacer, hoy están accediendo a una vivienda.

¿Cuáles son los municipios aledaños a Bogotá donde más se está accediendo a vivienda?

Por ejemplo, para 2008 el mercado de vivienda en Cundinamarca, particularmente el de la Sabana de Bogotá, no llegaba a ventas de 8 mil o 9 mil unidades de vivienda, pero a medida que se empezaron a restringir los proyectos de vivienda en la capital con habilitación de suelo, se fue creando un nuevo mercado en la región para los habitantes de la ciudad.

Hoy en día estamos llegando a ventas superiores a las 30 mil unidades en los municipios de alrededor de Bogotá, particularmente en Chía, y en el occidente de la ciudad hay un mercado muy importante en Mosquera, Facatativá, Funza, Madrid y, en el corredor norte, los municipios clave como Cajicá, Zipaquirá o Sopó, con una dinámica muy interesante.

Este fenómeno se sigue dando y hay familias de la capital que buscan un hogar fuera de la ciudad por diferentes razones, como viviendas más grandes. Esa tendencia los últimos dos años siguió al alza, pero se estabilizó porque Bogotá tiene una oferta muy importante.

¿En Bogotá cuáles son las zonas donde más se está comprando vivienda?

Una de las buenas noticias es que estamos encontrando oferta de vivienda en todas las localidades de Bogotá y en todas estamos encontrando VIS y No VIS. Pero particularmente lugares como Fontibón o Usaquén ha sido las que han crecido bastante los últimos meses.

Sin embargo, la oferta es vibrante y se encuentra en los diferentes barrios proyectos de vivienda, mejorando la mixtura de la ciudad, con una buena arquitectura, con buenas ofertas de espacio público, para hacer ejercicio o parques, aportando a una ciudad más bonita.

¿Para el segundo semestre va a seguir la misma dinámica de ventas?

Nosotros tenemos una expectativa muy alta frente a lo que pueda pasar al cierre de este año, y viene dada porque las circunstancias, si bien han cambiado un poco, siguen siendo positivas para que las familias puedan lograr su vivienda propia.

Además, todavía tenemos los subsidios para las familias, y si bien las tasas de interés han aumentado un poco, si lo miramos en un periodo de tiempo más amplio, todavía permiten que haya un incentivo positivo para adquirir su propiedad.

Digamos que las razones principales nos permiten pensar que el cierre de 2022 la tendencia va a hacer la del primer semestre, al alza. Sin embargo, para nadie es un secreto lo que está pasando, la inflación también le ha pegado a este sector.

Los precios han tocado a los materiales, al acero, el cemento el concreto, el PVC, la mano de obra, los ladrillos, así todo ha venido aumentando, lo que afecta los cierres financieros de los proyectos. Mandamos una voz de cautela y preocupación a lo que está pasando con los insumos y con la política de vivienda nacional, pues hubo cambio de gobierno y estamos entendiendo las decisiones que frente a esta se va a tomar.

¿A ustedes los afecta la volatilidad del dólar y la guerra de Ucrania y Rusia?

Por supuesto, a todos los colombianos y, particularmente, a todos los sectores los afecta la volatilidad y los aumentos tan fuertes en el dólar, que es una moneda tan importante para Colombia.

Esto se debe a que muchos de los insumos que usamos para la construcción son importados. Al subir el dólar se afecta la inflación, al subir la inflación sube la tasa de interés y al subir estas los beneficiarios de los créditos de los bancos tienen un desincentivo para tomar un crédito.

Por William Díaz Tafur

 

 


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