Paperos exigen precio mínimo para su subsistencia en el sur de Nariño

Wilson Muñoz, líder.
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Tras el reciente acuerdo alcanzado entre el Gobierno Nacional y los cultivadores de arroz, los productores de papa en distintas regiones del país han intensificado sus exigencias para que también se les garantice un precio mínimo de compra, como mecanismo para enfrentar la difícil situación económica que atraviesa el sector.

En Ipiales, el líder papero Wilson Muñoz alertó sobre el colapso inminente del cultivo, advirtiendo que el precio que actualmente reciben los campesinos por una carga de papa no cubre ni la tercera parte de los costos de producción. “Hoy estamos vendiendo por debajo de $30.000 una carga que cuesta producir entre $80.000 y $100.000. Esta situación es insostenible para las familias que vivimos del campo”, expresó.

Pérdidas

El gremio denuncia que los altos costos de insumos, el transporte, la mano de obra, la falta de subsidios y el ingreso de papa importada han dejado a los pequeños y medianos productores en una situación de quiebra. Las pérdidas acumuladas han obligado a muchos agricultores a abandonar sus cultivos, afectando directamente la seguridad alimentaria del país.

Las manifestaciones más representativas se han concentrado en Boyacá, una de las regiones con mayor tradición papera. Allí, decenas de campesinos se han congregado en plazas públicas y carreteras rurales, reclamando la presencia de autoridades del Ministerio de Agricultura y soluciones reales más allá de mesas de diálogo.

Propuestas

Organizaciones como Fedepapa y comités campesinos están exigiendo la creación de un precio de sustentación que permita al productor vender con dignidad, además de implementar políticas de compra pública para abastecer programas sociales con papa nacional, y regular la entrada de papa congelada o procesada importada que afecta directamente la competitividad del producto local.

También piden líneas de crédito con tasas preferenciales, apoyo técnico y subsidios para la comercialización que permitan recuperar la rentabilidad del cultivo. “No estamos pidiendo regalos, estamos pidiendo condiciones justas para seguir produciendo alimentos”, indicaron líderes del gremio.


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