Papelón histórico: Argentina perdió con Marruecos en el debut en los Juegos Olímpicos, tras un final bochornoso

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En la apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024. Estadio Geoffroy-Guichard de Saint-Etienne. Argentina y Marruecos. Julián Álvarez, Otamendi, Rulli y Hakimi. Más de 30 mil hinchas africanos y apenas un puñado de argentinos. Un árbitro susceptible. Un 2-2 agónico, con rebote, arquero y travesaño de por medio. Una invasión, un aluvión de vasos y un petardo que no terminó en tragedia de casualidad. Que se interrumpe. Que se terminó. Que se reanuda dos horas después. Que se juegan tres minutos. Que está habilitado. Que está en offside. Todo combinado en uno de los bochornos más grandes de los que se tengan memoria.

¿Qué estabas haciendo? ¿Con quién lo viste? ¿En dónde estabas cuando se jugaron esos tres minutos entre la Selección y Marruecos? Son preguntas que quedarán flotando en el tiempo. Que recordaremos con el correr de los años. Que despertarán, nuevamente, el sentimiento de dolor, de impotencia, de tener que volver a prender la televisión dos horas después del final y de un grito agónico que quedó en la nada misma.

En Saint-Etienne, el equipo de Javier Mascherano jugó con todo en contra: 30.000 hinchas africanos, un árbitro especialmente celoso y falto de coraje para tomar ciertas decisiones, la presión de ser candidato por los nombres propios y un doloroso 0-2 en el inicio del ST. Así y todo, a pesar de quedar en deuda desde el juego, la Albiceleste llegó al 2-2 con muchísimo empuje. Pero la FIFA, el COI y la Federación Francesa de Fútbol, aunque con cierta cuota de justicia, definieron que la Albiceleste caiga en su debut olímpico.


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