El PAOK celebró una victoria fundamental en su lucha por el liderato tras vencer 2-1 al Olympiacos en un vibrante encuentro disputado en Salónica. El conjunto local supo reaccionar luego de comenzar en desventaja, mostrando temple, orden y eficacia en los momentos decisivos del partido, lo que le permitió quedarse con tres puntos vitales ante un rival directo por la cima del campeonato.
El encuentro inició cuesta arriba para el PAOK, ya que Francisco Leonel Lima Silva Machado adelantó a Olympiacos a los 22 minutos con un gol que silenció por un momento el estadio. Sin embargo, lejos de desmoronarse, el equipo de Salónica tomó el control del juego y empezó a imponer su ritmo con mayor posesión, pases precisos y presión alta que incomodó al visitante durante gran parte del segundo tiempo.
La reacción llegó con contundencia. Taison igualó las acciones al minuto 63 con un remate potente que desató la euforia en las gradas. El impulso anímico fue tal que apenas doce minutos más tarde, Andrija Živković transformó un penal con categoría al 75’, sellando la remontada y la victoria. El marcador no volvió a moverse, pero el dominio del PAOK se mantuvo hasta el pitazo final, asegurando una de las victorias más significativas de la temporada.
En el apartado estadístico, el PAOK fue ligeramente superior en casi todos los rubros. Sumó 10 remates totales, de los cuales cinco fueron al arco, frente a los nueve y dos de Olympiacos. También dominó la posesión del balón con un 52%, distribuyendo 385 pases con un 68% de precisión, mientras que su rival completó 358 pases con un 63% de efectividad. Estos números reflejan un equipo que buscó constantemente el protagonismo y la iniciativa.
El compromiso fue intenso en lo físico, con 13 faltas cometidas por el PAOK y 14 por el Olympiacos. A pesar de la dureza del juego, el cuadro local mantuvo la disciplina, recibiendo cuatro tarjetas amarillas pero sin expulsiones. Su orden táctico y equilibrio entre defensa y ataque fueron determinantes para sostener la ventaja ante un rival que presionó hasta el final.
Más allá de los goles, el PAOK mostró una notable madurez colectiva. Supo cuándo acelerar, cómo controlar los tiempos del encuentro y de qué manera cerrar el partido sin perder la compostura. El equipo demostró que está listo para competir mano a mano con los grandes de Grecia, y que su localía puede ser un factor clave en la definición del torneo.
Con esta victoria, el PAOK escaló al segundo lugar de la tabla con 14 puntos, quedando a solo dos del líder AEK, que suma 16. Olympiacos, en cambio, cayó al tercer puesto con 13 unidades. La diferencia mínima entre los tres primeros promete una lucha apasionante por el título, y el PAOK, con su fútbol sólido y eficiente, se consolida como un serio aspirante a destronar al actual líder de la Super Liga de Grecia.
