El Pantanal, ubicado en Brasil y compartido con Bolivia y Paraguay, es el humedal tropical más grande del planeta. Con una extensión de más de 170 mil km², este ecosistema es un verdadero paraíso natural, donde la vida silvestre florece gracias a un ritmo marcado por las aguas.
Un paisaje que se transforma con el agua
A diferencia de la Amazonía, el Pantanal vive un pulso de inundación anual. Durante la temporada de lluvias (noviembre a marzo), hasta el 75 % de su superficie se inunda. Luego, entre abril y septiembre, el agua retrocede, dejando vastas sabanas y bosques que atraen a miles de animales.
Esta dinámica natural convierte al Pantanal en un escenario único, ideal para el avistamiento de fauna durante la estación seca, y para paisajes fotográficos espectaculares en temporada de crecida.
Hogar de una biodiversidad impresionante
El Pantanal alberga la mayor densidad de jaguares del mundo, más de 10 millones de yacarés, y alrededor de 650 especies de aves, como el guacamayo jacinto. También se observan nutrias gigantes, tapires y ciervos de los pantanos.
Estos datos posicionan al Pantanal como uno de los mejores destinos de ecoturismo en Sudamérica y un refugio natural de valor global.
Un paraíso en peligro
En los últimos años, el Pantanal ha enfrentado incendios récord, impulsados por el cambio climático y la deforestación. Aunque en 2025 se han reducido un 70 % los focos activos gracias a acciones de prevención, la amenaza continúa.
Proyectos de reforestación, corredores ecológicos y el turismo responsable son clave para proteger este frágil ecosistema.
Ecoturismo que preserva
El turismo sostenible se ha convertido en una herramienta poderosa para conservar la biodiversidad y apoyar a las comunidades locales. Safaris fluviales, caminatas guiadas y estancias rurales con bajo impacto son experiencias que permiten admirar el Pantanal sin dañarlo.
¿Cómo llegar?
Desde Cuiabá (norte) o Campo Grande (sur), se accede por rutas como la Transpantaneira o Corumbá. Lo ideal es planear una estadía de 4 a 7 días para aprovechar actividades como safaris, canotaje o fotografía de vida silvestre.



