En Colombia, cientos de familias están experimentando un alivio significativo en sus finanzas gracias a la instalación de paneles solares en sus hogares. Estos sistemas no solo están reduciendo considerablemente el costo de los recibos de energía, sino que también están permitiendo que los ciudadanos generen su propia electricidad limpia, lo que representa un avance notable en la transición energética del país.
Los usuarios beneficiados han reportado reducciones que van desde el 30% hasta el 100% del valor de sus facturas. Esto ha tenido un impacto directo en su calidad de vida, permitiéndoles destinar recursos adicionales a sus negocios, educación o gastos esenciales en el hogar. Este progreso es resultado de programas impulsados por el Ministerio de Energía y el Gobierno Nacional, que han apostado por expandir el uso de energías renovables en territorios urbanos y rurales.
En los últimos tres años, Colombia ha visto un aumento impresionante en la participación de energías renovables dentro de su matriz energética. El país pasó de un 2% a un 13,87% en energías limpias, sumando 3,1 gigavatios (GW) entre proyectos solares y eólicos. Esta cifra representa más de la mitad del objetivo planteado por el Plan 6GW+, una iniciativa que busca ampliar la infraestructura renovable con procesos más ágiles de licenciamiento, impulsar la producción de hidrógeno verde, la exploración geotérmica y mejorar los sistemas de transmisión eléctrica en todo el territorio nacional.
De forma paralela, se han consolidado 420 comunidades energéticas, de las cuales 234 están ubicadas en las Zonas No Interconectadas (ZNI). Gracias a estas iniciativas, 7.666 familias que antes dependían de plantas diésel costosas o vivían sin acceso a la electricidad ahora cuentan con energía confiable y digna.
Los llamados “Territorios Energéticos” también avanzan con fuerza: ya existen tres proyectos conectados al Sistema Interconectado Nacional (SIN) que agrupan a 19 comunidades y benefician a más de 2.600 usuarios bajo un modelo sostenible y comunitario que promueve la autonomía energética.
En paralelo a estos desarrollos, el Ministerio de Minas y Energía presentó un nuevo proyecto de decreto que modificaría el Decreto Único Reglamentario 1073 de 2015. Su propósito es proteger a los hogares colombianos frente a la volatilidad en los precios de la energía, especialmente durante fenómenos climáticos como El Niño, cuando los costos de generación térmica suelen dispararse.
El decreto propone medidas como fomentar la contratación de energía a largo plazo, reducir la dependencia del mercado spot (o bolsa de energía), y equilibrar la relación entre el mercado regulado y el no regulado. Con ello, se busca estabilizar las tarifas y evitar que los usuarios paguen precios excesivos producto de la especulación o de variaciones abruptas en los costos.
El ministro Edwin Palma destacó que esta iniciativa es parte del compromiso del Gobierno con la equidad energética, afirmando que el objetivo es garantizar un servicio de energía “justo, confiable y predecible”, sin que los hogares sufran por cambios bruscos en las tarifas.
En conjunto, estos avances marcan un paso importante hacia un sistema energético más sostenible, eficiente y accesible, contribuyendo a reducir la pobreza energética y brindando estabilidad económica a las familias en todo el país.



