Vladímir Putin, presidente de Rusia, habló al oído a los militares de Ucrania y luego de un primer día intenso que deja un saldo de 137 muertos. Por su parte la UE anunció nueva sanciones para golpear la economía y que también se extendería a las finanzas de Putin.
«No dejen que los neonazis y los seguidores de (activista nacionalista Stepán) Bandera usen a sus hijos, mujeres y ancianos como escudos humanos. Tomen el poder en sus manos», dijo Putin en una reunión con los miembros del Consejo de Seguridad ruso.
En su acostumbrado tono, el presidente aseguró que «sería más fácil llegar a un acuerdo con los militares que con esta pandilla de drogadictos y neonazis que se encerró en Kiev y mantiene como rehenes a todo el pueblo ucraniano».
Putin informó que la mayoría de los enfrentamientos no se produce con las fuerzas regulares de Ucrania, sino con formaciones nacionalistas.
Este 24 de febrero, un jueves negro para la humanidad y luego que Putin lanzara una «operación militar especial» en el territorio de Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, ya reconocidas por Rusia como Estados soberanos.
Según Putin es «la desmilitarización y la desnazificación» de Ucrania.
El mandatario ruso también amenazó con llevar a juicio a los autores de «numerosos crímenes sangrientos contra civiles», pidió a uniformados y civiles en Ucrania que no opongan resistencia a esa operación.
Advirtió de que«Rusia responderá de inmediato a cualquier fuerza externa» que le amenace o se ponga en su camino.
El Ministerio de Defensa ruso aseguró que los ataques militares no están dirigidos contra ciudades ucranianas ni ponen en peligro a la población civil, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, pidió al presidente Putin «en nombre de la humanidad, retirar las tropas a Rusia» y «no permitir que en Europa comience lo que podría ser la peor guerra desde comienzos de siglo».



