Panamá y Estados Unidos firmaron un convenio de cooperación en defensa que autoriza el despliegue de tropas y contratistas estadounidenses en zonas de acceso y adyacentes al canal de Panamá. El acuerdo tendrá una vigencia de tres años, prorrogables, y ya ha generado rechazo en sectores sociales y sindicales del país centroamericano. Panamá: Acuerdo de seguridad permite presencia militar de EE.UU.
El documento, suscrito por el ministro de Seguridad panameño, Frank Ábrego, y el secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, autoriza el uso conjunto de instalaciones estratégicas como bases aeronavales y un aeropuerto. La cancillería panameña aseguró que no se han cedido territorios ni se contempla la instalación de bases militares permanentes.
Desde Washington, Hegseth informó al presidente Donald Trump sobre el acuerdo, asegurando que con esta medida “se recupera el canal”, argumentando que la vía interoceánica está bajo “demasiada influencia” de China.
Mulino rechaza términos de “bases militares” y defiende soberanía panameña
En medio de la controversia, el presidente panameño José Raúl Mulino, de visita en Lima, afirmó que su gobierno rechazó cuatro versiones del borrador inicial por incluir términos inaceptables como “presencia militar permanente” y “cesión de territorio”.
“¿Usted quiere un lío, que se prenda el país?”, dijo haberle manifestado a Hegseth, refiriéndose al riesgo de desatar una crisis política si se insinuaba la reactivación de bases militares estadounidenses.

El Ejecutivo panameño también solicitó a Washington corregir un comunicado conjunto que omitía, en su versión en inglés, la mención a la “soberanía irrenunciable de Panamá sobre el canal”.
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Protestas y críticas: sindicatos acusan “traición a la patria”; Panamá: Acuerdo de seguridad permite presencia militar de EE.UU
El acuerdo ha provocado manifestaciones en Ciudad de Panamá, donde sindicatos y ciudadanos se expresaron en contra de lo que consideran un retroceso en la soberanía nacional. “Es un acto de traición a la patria”, denunció el líder sindical Saúl Méndez.
Panamá abolió su ejército en 1990 y prohibió la instalación de bases militares extranjeras tras la invasión estadounidense de 1989. Por eso, la presencia temporal de tropas extranjeras —aunque autorizada— vuelve a ser un tema altamente sensible.
El gobierno panameño insiste en que el acuerdo se limita a actividades conjuntas de entrenamiento y cooperación ante amenazas a la seguridad del canal. Sin embargo, crece la inquietud por el verdadero alcance estratégico del pacto, especialmente en un contexto geopolítico marcado por la disputa de influencia entre Estados Unidos y China en América Latina.




