El Coordinador General, Álvaro Acosta, destaca el impacto del modelo para zonas rurales dispersas
El Programa de Alimentación Escolar (PAE) del Huila se ha convertido en un referente nacional gracias a su enfoque innovador para zonas rurales dispersas. Liderado por Álvaro Acosta, Coordinador General del programa, esta estrategia busca garantizar que los estudiantes de las áreas más alejadas reciban una alimentación adecuada, mientras se promueve el desarrollo económico local.
Este enfoque del PAE no solo garantiza que los niños y jóvenes tengan acceso a una nutrición de calidad, sino que también dinamiza las economías rurales al priorizar la compra de alimentos directamente a productores de la región. Según Acosta, «este modelo es una apuesta integral que no solo impacta positivamente en la salud y el rendimiento escolar, sino que también beneficia a las familias campesinas».
Apoyo a los productores locales
Una de las características más destacadas de este programa es la inclusión de proveedores locales. Esta decisión, según Acosta, no solo reduce los costos logísticos, sino que también genera empleo y fortalece el tejido económico de las comunidades. Productos como frutas, hortalizas y granos son adquiridos directamente de pequeños agricultores, garantizando frescura y calidad en las raciones entregadas a los estudiantes.
«Queremos que este modelo sea replicado en otras regiones del país. El PAE del Huila demuestra que la educación y el desarrollo económico pueden ir de la mano», afirmó Acosta.
Impacto social y educativo
El programa también se ha convertido en un motor para mejorar las condiciones educativas en el departamento. Con una alimentación adecuada, los estudiantes presentan un mejor rendimiento en sus actividades académicas y participan activamente en sus procesos de aprendizaje.
Además, el impacto social del PAE es evidente en las comunidades rurales. Las familias que proveen alimentos al programa ven cómo su trabajo tiene un propósito significativo al contribuir al bienestar de los estudiantes.
Retos y proyecciones
A pesar de los avances, Álvaro Acosta reconoce que el programa enfrenta desafíos importantes. Uno de ellos es garantizar la sostenibilidad a largo plazo y asegurar que las políticas públicas respalden este enfoque innovador. «Es fundamental seguir fortaleciendo la articulación con los productores, mejorar la infraestructura logística y sensibilizar a la comunidad sobre la importancia del programa», señaló.
De cara al futuro, el Coordinador General del PAE espera que el modelo no solo sea sostenible, sino que también evolucione con nuevas estrategias que sigan impactando positivamente en las zonas rurales dispersas.
El Huila, bajo la coordinación de Álvaro Acosta, se posiciona como líder en la implementación de un modelo que trasciende la alimentación escolar, convirtiéndose en un motor de desarrollo y esperanza para las comunidades rurales del departamento. Acosta destacó que la clave del éxito radica en la participación activa de los actores locales y en la capacidad de adaptarse a las particularidades de cada territorio. Asimismo, resaltó que este enfoque fomenta la equidad, permitiendo que las zonas más vulnerables del departamento accedan a los mismos beneficios que las áreas urbanas. Con una visión centrada en el bienestar integral, el PAE del Huila sigue demostrando que es posible combinar innovación y desarrollo social.



