Padre e hija fueron asesinados

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Una nueva tragedia sacudió la zona rural de Tuluá. En el corregimiento de Barragán, fueron asesinados Fabio Torres y su hija Mairena Torres, una menor de 16 años, ambos campesinos.

Crimen

El doble homicidio ocurrió en su propia vivienda, donde hombres armados ingresaron y les dispararon sin mediar palabra, en un acto que suma un nuevo capítulo a la ola de violencia que persiste en esta región. El corregimiento de Barragán, ubicado a casi 3.000 metros sobre el nivel del mar y a unas tres horas del casco urbano de Tuluá, ha sido históricamente una zona en disputa entre grupos armados ilegales. Aunque en años recientes se había reportado cierta disminución de la violencia, los hechos recientes reflejan un recrudecimiento del conflicto.

Amenazas

La comunidad campesina de Barragán vive bajo constantes amenazas. El control territorial por parte de disidencias de las FARC y antiguos grupos paramilitares ha impuesto restricciones extremas, como la prohibición del tránsito de vehículos y personas después de las 6 de la tarde. Esta medida, impuesta por la fuerza, limita incluso la movilización en casos de emergencia.

Tras el asesinato, los campesinos del corregimiento tuvieron que esperar al amanecer para trasladar los cuerpos hasta el Instituto Nacional de Medicina Legal en Tuluá, debido al riesgo que implica circular por la zona en horas nocturnas. La población denuncia que no hay garantías mínimas para su seguridad, pese a los reiterados anuncios de planes de protección por parte del Gobierno.

Impune

Las autoridades locales aún no se han pronunciado oficialmente sobre los responsables del crimen, pero organizaciones defensoras de derechos humanos advierten que estos asesinatos forman parte de una serie de crímenes selectivos que vienen ocurriendo en zonas rurales del Valle del Cauca. Los líderes sociales y campesinos siguen siendo blanco de amenazas y atentados.


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