La situación de orden público en el departamento de Norte de Santander es delicada. En la mañana del viernes 24 de febrero se reportó la muerte de otro policía, luego de que un grupo de hombres armados disparara contra una patrulla en la que además del oficial asesinado, viajaban otros dos uniformados.
De acuerdo con el reporte inicial de las autoridades, los hechos ocurrieron alrededor de las 10:30 de la noche de este jueves 23 de febrero en el barrio Villa Celmira del municipio de Ábrego. Allí, según las autoridades, luego de ser emboscados, los uniformados se enfrentaron a quienes inicialmente los atacaron.
Este hecho dejó como saldo al patrullero Ronald Mendoza Ferrer muerto y otro gravemente herido, quien fue identificado como Dairon Vargas.
Las autoridades temen que se esté fraguando un Plan Pistola contra la fuerza pública.
En los últimos tres días, en el departamento de Norte de Santander, ya han perecido dos policías y un soldado como consecuencia de ataques desmedidos por parte de grupos irreverentes. Uno de estos policías y el soldado perdieron la vida tras recibir disparos de francotiradores, presuntamente miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
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La primera de estas muertes se produjo en la tarde del miércoles 22 de febrero. Las autoridades identificaron a la víctima como Jaisson Jiménez Charrys, de 27 años. El hecho ocurrió en zona rural del municipio de Sardinata, cuando el oficial se encontraba de servicio en la subestación de Policía de la vereda Las Mercedes.
En su momento, el comandante encargado de la Policía en la región, coronel Alejandro Reyes deploró esta actuación calificándola como un acto demencial, comunicando a su vez que el Ejército Nacional ya ha desplegado todas las capacidades y estrategias pendientes para identificar y capturar a los responsables de este hecho violento. «Este es un acto demencial y expresamos nuestra solidaridad a la familia de nuestro patrullero».
Horas después a este hecho, un nuevo ataque contra la fuerza pública se produjo en el sector de San Pablo, comunidad ubicada a tres kilómetros del casco urbano del municipio de Teorama, donde el soldado adscrito a la segunda división del Ejército Nacional, identificado como Jhonny Alexander Salazar, resultó herido de bala, al parecer también de un francotirador.
Versiones preliminares informaron que el militar realizaba un registro en la vereda Taya, entre los municipios de Teorama y San Calixto, cuando fue atacado por grupos armados que hacen presencia en la zona.
Aunque el soldado fue trasladado a un centro médico del municipio de Ocaña, falleció horas después debido a la gravedad de sus heridas. A través de un comunicado, el Noveno Batallón de Despliegue Rápido rechazó enérgicamente esta acción criminal.
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