El barrio Rebolo, en Barranquilla, continúa siendo uno de los sectores más afectados por la violencia en la capital del Atlántico, con una tasa alarmante de homicidios. Las víctimas, muchas veces inocentes, han sido alcanzadas por la tragedia en medio de hechos que desangran a la comunidad.
Este fue el caso de Deiver Andrés Álvarez De La Hoz, un joven de apenas 18 años, quien según sus familiares, perdió la vida en un tiroteo mientras compartía con amigos en su hogar.
“Dicen que llegaron unos muchachos en moto y empezaron a disparar sin mirar a quién. Mi sobrino estaba en su casa, mostrando unos videos a sus amigos, cuando pasaron los hombres en la moto y dispararon. Una bala lo alcanzó por la espalda, y también a un vecino, que ahora está en la UCI”, relató entre lágrimas Nahum Rojas, tío del joven.
Deiver era un joven trabajador, lleno de sueños y estudiante de Salud Ocupacional en el Inca. Su familia lo describe como una persona tranquila, dedicada a sus estudios, quien acababa de cumplir 18 años el pasado 13 de octubre.
«Un muchacho que no se metía con nadie. De la universidad a la casa, era un joven con futuro. Nos duele tanto haberlo perdido así”, expresó conmovido su tío.
Rojas aprovechó la oportunidad para hacer un llamado urgente a las autoridades: «Pedimos justicia. Que se esclarezcan los hechos y que se encuentre a los responsables. Solo nos queda pedirle a Dios que nos dé la fuerza para soportar este dolor».
