“Esta es la crisis de seguridad más grave a la que nos hemos enfrentado”. Esas fueron las palabras que usó el secretario general Jens Stoltenberg para referirse a la grave situación que enfrenta Europa tras la invasión de Rusia a Ucrania que deja un saldo de más de 137 ucranianos muertos.
Para proteger a sus aliados, la OTAN desplegó su Fuerza de Respuesta por tierra mar y aire.
En una rueda de prensa, Stoltenberg ha precisado que el objetivo es «evitar el desbordamiento» de la guerra en «territorio de la Alianza» y ha vuelto a pedir a Rusia que cese los ataques.
«Los líderes han dejado claro que tenemos que seguir prestando apoyo a Ucrania», ha añadido, pero no intervendrán en el país.
Los 30 miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte se han reunido este viernes en una cumbre de emergencia después de que ocho de ellos haya pedido ayuda al resto de los aliados ante el temor de que la ofensiva franquee sus fronteras.
Los Gobiernos de Rumanía, Estonia, Letonia, Lituania, Eslovaquia, Bulgaria, República Checa y Polonia han invocado el artículo 4 del Tratado de Washington que activa la alerta.
El secretario general de la OTAN, las fuerzas ucranianas «son capaces de infligir daños a las fuerzas rusas invasoras», que tienen como «objetivo declarado» derrocar al Gobierno de Kiev.
Finalmente , el Secretario de la OTAN, expresó «ha insistido en varias ocasiones en que la situación en Ucrania actualmente es impredecible».
#Ucrania | Soldados ucranianos muestran equipos y soldados rusos eliminados, que están marcados con la letra Z (letra que no figura en el alfabeto cirílico ruso) para evitar el fuego amigo y distinguirse de los ucranianos. #25Feb pic.twitter.com/FYvjxZBqzh
— LLanero Digital (@LlaneroDigitalV) February 25, 2022
