El mercado de materias primas cerró la jornada con un comportamiento mixto, pero con un protagonista claro: el oro, que volvió a subir y recuperó parte del terreno perdido en semanas anteriores. La mejora se dio luego de que creciera la expectativa de que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) podría iniciar un ciclo de recortes de tasas antes de lo previsto.
El metal precioso avanzó impulsado por un renovado apetito de los inversionistas por activos refugio, especialmente después de que nuevos datos económicos indicaran una desaceleración más marcada en sectores sensibles al crédito. Este escenario aumentó las apuestas sobre una postura monetaria más flexible para 2026, algo que tradicionalmente favorece la cotización del oro.
Analistas del mercado señalan que la reacción se debe a que un eventual recorte de tasas reduce el costo de oportunidad de mantener activos que no generan rendimiento, como el oro, lo que tiende a incrementar su demanda. Además, la volatilidad reciente en el mercado de bonos generó un desplazamiento natural hacia commodities considerados seguros.
En contraste, otros productos básicos tuvieron comportamientos menos dinámicos. El petróleo mantuvo una ligera corrección a medida que se ajustan las proyecciones de consumo global, mientras que algunos metales industriales mostraron estabilidad pese a la incertidumbre en las manufacturas asiáticas.
Sin embargo, la atención de la jornada estuvo claramente puesta en el metal precioso, que podría cerrar el trimestre con un mejor desempeño del esperado si se mantienen las señales de una política monetaria más flexible en Estados Unidos.
Los analistas advierten que el panorama aún es cambiante, pero coinciden en que el oro seguirá captando interés mientras los mercados buscan señales más claras sobre el rumbo económico de 2026.


