Opacidad en la contratación pública

Comunidad cuestiona decisiones del alcalde Francisco Calderón Feriz
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Una fuerte controversia sacude al municipio de Garzón, tras revelarse los datos de contratación oficial de la Alcaldía para el año 2024. Según el Sistema Electrónico para la Contratación Pública (SECOP I y II), se han registrado 564 procesos contractuales por un total de $25.900 millones, de los cuales la mayoría —484 contratos— fueron realizados por modalidad de contratación directa, representando $12.300 millones del total.

El promedio de estos contratos directos ronda los $38 millones cada uno, lo que ha encendido las alarmas de la ciudadanía y de algunos sectores de control político, que advierten sobre posibles irregularidades y una preocupante falta de transparencia en la ejecución de los recursos públicos.

Licitaciones

A pesar de que la ley promueve la pluralidad de oferentes y la libre competencia, la actual administración del alcalde Francisco Calderón Feriz ha recurrido escasamente a mecanismos de contratación más abiertos. En todo el año, solo se han suscrito 4 contratos por licitación pública, con un valor total de $1.650 millones, y 11 contratos por subasta, que suman $1.730 millones.

Esta desproporción ha sido interpretada por líderes sociales y ciudadanos como una estrategia para mantener el control discrecional sobre los recursos y beneficiar a contratistas previamente definidos. “La contratación directa no es ilegal, pero cuando se convierte en norma y no en excepción, deja un manto de duda muy fuerte sobre la transparencia del gobierno local”, aseguró un vocero de una veeduría ciudadana en Garzón.

Sospecha

Algunos contratos han sido objeto de especial atención por su bajo monto y su aparente falta de justificación técnica o necesidad urgente. Por ejemplo, el 9 de septiembre de 2024 se firmó un contrato de apoyo a control interno municipal por $7.5 millones, y días antes, el 3 de septiembre, otro por servicios de auditoría por $14.8 millones. Aunque las cifras no son elevadas, la forma en que se otorgaron —sin convocatoria pública— despierta interrogantes sobre la conveniencia y selección del contratista.

Además, la repetición de contratistas en diferentes dependencias de la administración municipal ha generado rumores sobre posibles vínculos cercanos con el entorno del alcalde. En los barrios, ya se escucha con ironía una frase que resume el sentir de muchos: “en Garzón todo es directo, porque ya saben directamente a quién dárselo”.

Malestar

La ciudadanía garzoneña ha comenzado a manifestar su inconformismo en reuniones comunitarias, redes sociales y a través de organizaciones civiles. Reclaman mayor transparencia, una rendición de cuentas efectiva y la implementación de procesos más democráticos en la asignación de contratos. Varias veedurías ya solicitan la intervención de entes de control como la Contraloría y la Procuraduría para revisar en detalle la ejecución presupuestal.

Exigen respuesta

Hasta ahora, la Alcaldía no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre estas críticas. Sin embargo, el clima político en Garzón se tensiona a medida que más ciudadanos se sienten excluidos de la toma de decisiones y perciben un manejo poco participativo de los recursos públicos.

El alcalde Calderón Feriz deberá enfrentar la creciente presión social y aclarar el modelo de contratación que aplica su administración, si quiere recuperar la confianza de los garzoneños y garantizar que los recursos se inviertan con criterios de equidad, legalidad y eficiencia.


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