El 11 de septiembre de 2025, la Agencia de la ONU para la Migración (OIM) solicitó fondos urgentes para asistir a aproximadamente 134,000 personas afectadas por el devastador terremoto de magnitud 6.0 que golpeó el este de Afganistán el 31 de agosto. Este sismo ha dejado más de 2,200 muertos y ha desplazado a miles de personas, muchas de las cuales se encuentran sin hogar y expuestas a las inclemencias del clima invernal que se aproxima.
Situación humanitaria crítica
Las comunidades afectadas, especialmente en las provincias de Kunar, Nangarhar y Laghman, enfrentan una grave escasez de recursos. Las organizaciones humanitarias están luchando por proporcionar asistencia básica, como tiendas de campaña, alimentos, agua potable y atención médica, debido a las dificultades logísticas y al terreno montañoso. Además, las infraestructuras de salud están desbordadas y carecen de personal capacitado, lo que complica aún más la respuesta al desastre.
Llamado a la solidaridad internacional
La ONU ha lanzado un plan de respuesta de emergencia de 139.6 millones de dólares, destinado a cubrir las necesidades inmediatas de las personas afectadas durante los próximos cuatro meses. Este plan busca proporcionar asistencia humanitaria esencial y apoyar la reconstrucción de las comunidades devastadas. El coordinador humanitario de la ONU en Afganistán, Indrika Ratwatte, destacó la importancia de la solidaridad internacional en este momento crítico, señalando que «este es un momento en el que la comunidad internacional debe profundizar y mostrar solidaridad con una población que ya ha soportado tanto sufrimiento.
