Once soldados del Ejército ecuatoriano fueron asesinados este sábado en una emboscada perpetrada por la estructura «Comandos de Frontera», perteneciente a las disidencias de las FARC. El ataque ocurrió en la provincia de Sucumbíos, cerca de la frontera con el departamento colombiano del Putumayo, cuando los militares realizaban un operativo contra la minería ilegal.
Las Fuerzas Armadas de Ecuador informaron que las víctimas pertenecían al Batallón de Selva 19 Napo y que fueron atacadas con ráfagas de fusil mientras desarrollaban operaciones en las regiones amazónicas de Napo y Orellana. Los cuerpos fueron trasladados al centro forense de Lago Agrio, donde se adelantan los procedimientos de identificación y entrega a sus familias.
Durante el enfrentamiento, un integrante de las disidencias fue abatido, aunque las autoridades no han confirmado su identidad. El Ejército mantiene presencia en la zona y anunció que reforzará las operaciones para contrarrestar la presencia de grupos armados ilegales que cruzan la frontera.
Desde 2019, las autoridades ecuatorianas han denunciado la expansión de estructuras armadas colombianas que operan en su territorio, especialmente en áreas de difícil acceso donde se han deforestado más de 1.500 hectáreas de selva amazónica para actividades de minería ilegal. Esta situación ha generado un alarmante impacto ambiental y de seguridad en las zonas limítrofes.
El gobierno ecuatoriano convocó de urgencia al Consejo de Seguridad Nacional, mientras en Colombia la Cancillería expresó su disposición para colaborar en la investigación. La comunidad internacional ha sido llamada a intervenir ante el crecimiento de la criminalidad transfronteriza que amenaza la estabilidad de ambas naciones.
